LA FILLE DE BREST (Emmanuelle Bercot), Francia
La película francesa fue la encargada de abrir la 64 edición del festival internacional de San Sebastián, un drama basado en hechos reales que cuenta la lucha de una neumóloga contra una farmacéutica que comercializa medicinas perniciosas que incluso han acabado con la vida de algunos pacientes.
La maravillosa actriz Sidse Babett Knudsen protagoniza una película a la que muchos tacharon de pretenciosa y sensiblona, y aunque lo cierto es que por momentos más bien se acerca al telefilme no resulta una película difícil de ver, siendo interesante y llevadera. Eso sí, para algunos quizás no lo suficiente como para abrir el festival.
A mi, personalmente, me gusta ver cualquier tipo de obra en la que los ciudadanos de a pie luchan y se rebelan contra los poderes establecidos o contra aquellos de los que dependen vidas, contra aquellos que nos manejan a su antojo sin importarles lo más mínimo. Así que, aun reconociendo que la película tiene fallos, pude disfrutar de ella.
TONI ERDMANN (Maren Ade), Alemania
Una de las sorpresas más gratas de esta edición del Zinemaldi, sin duda. Una cinta tan divertida como dramática, trata la historia de una familia que trata de recomponerse a través de la lucha de un excéntrico padre por acortar la distancia que hay entre él y su hija, sumidos en una grave falta de comunicación. Una hija que vive la vida rodeada de personas absurdas, de un trabajo con un puesto de responsabilidad pero en el que es constantemente ninguneada por altos cargos y, lo más importante, en la que no se conoce ni respeta a si misma.
Lejos de su padre, al que toma por un payaso y del que se avergüenza, cree que su vida no puede ser mejor que en Bucarest. Es infeliz pero no quiere reconocerlo. Pero el personaje creado por su padre, Toni Erdmann (interpretado por Peter Simonischek), no es más que el reflejo de una ridícula vida que no satisface a Inés, interpretada por Sandra Hüller, así que intentará por todos los medios que su hija sea consciente de la realidad a base de un grotesco humor al que Inés sigue el rollo en busca de una ayuda que nunca pedirá directamente para no reconocer la realidad de su fracaso.
Un ritmo lento y un humor absurdo no restan audacidad a la película, todo lo contrario, hacen de ‘Toni Erdmann’ una apuesta segura con un presumible éxito, un largometraje de personajes con brillantes diálogos en una eterna lucha por no perder el sentido del humor.
THE MAGNIFICIENT SEVEN (Antoine Fuqua), USA
El esperado remake de Antoine Fuqua congregó a muchas personas a las puertas del Teatro Principal. Todos teníamos curiosidad por saber qué había hecho Fuqua con este clásico western. Atreverse con una versión tan mítica como ‘Los Siete Magníficos‘ de 1960 demuestra, para bien o para mal, tenerlos bien puestos. Para muchos de los seguidores de la película de John Sturges, incluso para aquellos a los que ya les costaba separarla de ‘Los Siete Samurais’ de Akira Kurosawa, iba a resultar complicado (por no decir imposible) evitar hacer comparaciones. Suerte que yo tenía ambas tal lejanas en el tiempo que no iba a ser tan minuciosa en la crítica, comparando las tres películas.
Para empezar, no me sonaba que hubiera una trágica historia de amor entre habitantes del pueblo como incidente inductor. Claro, es cosecha propia porque siempre funciona la venganza por amor. Pero, ¿era necesario? Empieza la primera comparación. ¿Unos campesinos hastiados por los constantes abusos de los malhechores o esto mismo pero añadiendo la crueldad del cabecilla de “los malos” asesinando a sangre fría al tipo más joven y guapo del pueblo? Pues ya tenemos película. La viuda, para reivindicar el papel de la mujer fuerte y luchadora en pleno oeste, contacta con los siete personajes que saciarán su sed de venganza ante Peter Sarsgaard.
Cambiando un poco el argumento, e incluso el nombre de los personajes presumiblemete como maniobra de no-relación de los mismos con su antecesora, no dista mucho de las obras de Fuqua en las que la violencia es lo más palpable. A veces es simplemente violencia por violencia, aunque cierto es que muchas de esas veces nos resulten bastante satisfactorias. Su visión de ‘Los Siete Magníficos’, a pesar de todo y si mantienes la mente fría evitando comparaciones, no decepciona, sin ser una gran película. Resulta interesante y entretenida, que es más de lo que probablemente esperas. Eso sí, no olvidemos que es una película de 2016, muy actual en cuanto a estilo y dirección y dirigida a un público general, con lo que es inveitable el exceso de infinita acción, bastante irreal y violenta, muchas veces sin justificación, y con una falta importante en el desarrollo de los personajes. Pero sí consigue hacer pasar un buen rato, y las interpretaciones del elenco de actores y la única actriz no están nada mal. Siempre nos hace ilusión reencontrarnos con Denzel Washington y Ethan Hawke en las películas de Fuqua.
LA TORTUE ROUGE (Michael Dudok De Wit), Francia
Decidimos dejar de lado a Neruda para ver nuestra primera película de animación del festival, el primer largo del holandés Michaël Dudok de Wit, ganador del Oscar por su cortometraje “Father and Daughter“. Suscitaba interés además de por su cuidada estética por tener a nombres como Hayao Miyazaki (El Viaje de Chihiro, La Princesa Mononoke, Mi Vecino Totoro) e Isao Takahata (La Tumba de las Luciérnagas, El Cuento de la Princesa Kaguya) a las espaldas, apoyando el proyecto.
‘La Tortue Rouge’ es una cautivadora película muda sobre un naufragio y las etapas vitales por las que pasa cualquier ser humano. Una película maravillosa, sencilla y tierna sobre la familia, la independencia, la supervivencia, el paso del tiempo, la libertad y las relaciones. Una onírica fábula que inculca la importancia de aprender a estar con uno mismo y ser feliz con lo que se tiene en vez de luchar contra viento y marea por escapar de la soledad o contra tu propio destino. Un canto de amor a la naturaleza y a la integración del ser humano en la misma en plena crisis existencial. Hermosa y humana, una delicia de pieza.
Texto: Zaioa López