En la primera jornada del WIM 2014, y tras el desayuno gratuito (diario) incluido en el precio de la entrada, había programada una visita teatralizada por la ciudad. Después de comer comenzaban los talleres y a partir de las 10 de la noche tres conciertos: Neonymus (en el convento) y Ogun Afrobeat + Cowabunga dentro del mismo Castillo de Frías, lo cual daba un aire muy especial a unos conciertos que rara vez pueden disfrutarse en un lugar tan mágico, histórico y emblemático.
Pudimos acudir a varios talleres. La elección fue difícil, ya que la oferta era muy interesante, pero decidimos dividirnos para poder ver algunos de los que se solapaban. Aunque nos hubiera encantado poder haber estado en todos, reto nada factible:
Taller de Didgeridoo
Lo más interesante del taller, a parte claro está de aprender la procedencia de este instrumento tan antiguo que se remonta a los aborígenes australianos y cómo se fabrica originariamente, fue que en un emplazamiento tan singular como el interior del mismo castillo de Frías nuestro profesor, Salvador Pardo, nos enseñó a fabricarnos unos improvisados instrumentos a base de tubos de PVC cortados a diferentes medidas (cada medida era un tono distinto) y en los que, poco a poco, íbamos formando una boquilla personalizada según el tamaño de nuestra propia boca que hicimos con cera de abeja. Dándole calor y moldeando la cera con nuestros dedos conseguimos ir dando forma a nuestro tan creativo instrumento. Y, lo más difícil, que éste proyectara un sonido parecido al de un Didgeridoo y no a las “pedorretas” que tan bien reproducíamos.
Junto a la construcción de un instrumento tan característico pudimos aprender las técnicas para hacerlo funcionar, algo tan importante como la respiración circular y distintos cantos armónicos para acompañar a este instrumento de sonido tan personal. Un taller muy interesante que duró todo el fin de semana, divertido y que nos dio la oportunidad de conocer por dentro el Castillo y hacer una breve visita.
Taller de producción electrónica
Este taller que estaba programado para varios días se realizó en el jaguar, recinto situado al lado del castillo. Lo impartieron los DJs y productores Rodrigo Castrillejo y Christian Five que nos hablaron de cómo se vive el mundo de la electrónica y las cosas que hay que saber.
Nos enseñaron los diferentes estilos que existen desde el techno hasta el dance más comercial, nos mostraron los programas que ellos usan cuando tienen que pinchar y nos dieron consejos y trucos útiles para ellos.
El curso está bien para tener más conocimientos sobre diferentes géneros musicales, además lo pasamos bien porque en todo momento fue un taller muy participativo, mientras los docentes impartían las lecciones nosotros siempre preguntábamos dudas que ellos nos resolvían y nos contaban anécdotas que habían vivido.
Verdaderamente un taller muy recomendable, a pesar de que ese estilo de música no levanta mucho interés en mí, pero fue entretenido, curioso y ameno.
Taller de Bollywood
Jayal (en árabe “imaginación”), es una compañía de baile con larga trayectoria que impartió dos talleres: Danza Oriental y Taller de Bollywood. Nosotros asistimos al segundo.
El Bollywood es un baile que utiliza las líneas y la sensualidad de la Danza Clásica India, la energía de los bailes folklóricos y lo mezcla todo con movimientos muy modernos como el hip-hop o la salsa. Es una fantasía de colores y de imaginación unida por una fantástica banda sonora, la de las películas de la que es la industria cinematográfica más potente del mundo.
En este taller tres profesoras nos enseñaron un tipo de danza concreta, el Bhangra, y aprendimos una coreografía con música que en un principio fue inexistente por problemas con la mini cadena, luego pasó a sonar mediante un teléfono móvil y por fin se solucionó y durante un rato pudimos bailar al ritmo de una música audible. De todos modos no fue un problema, ya que mientras no teníamos música nos dio tiempo a aprender y ensayar varias veces la coreografía que, definitivamente, aprendimos con facilidad.
El taller se impartió en la nave central del Convento de Santa María de Vadillo. Asistimos unas 20 personas aproximadamente, mujeres en su gran mayoría. Fue intenso, un buen ejercicio de cardio para luego poder subir la gran cuesta que te llevaba de nuevo al centro del pueblo. Interesante y divertido. Finiquitados los talleres diarios fuimos a darnos una ducha cada uno a nuestros respectivos lugares de acampada. Unos al camping situado al lado del mismo Castillo. Otros a la zona habilitada para tal en el extrarradio de la ciudad: en el Campo de Fútbol (lugar bastante alejado y oscuro para ir andando, sobre todo cuando tienes que subir la cuesta por los adoquines tras un largo día de actividades, y en el que había sólo 4 tiendas de campaña que bien podían haber albergado en la zona de camping principal). El concierto de Neonymus finalmente pasó a celebrarse en el Convento, pero sintiéndolo mucho no pudimos ver dado que aprovechamos ese único momento que teníamos para cenar y coger fuerzas.
Volvimos a subir al Castillo para observar las vistas nocturnas mientras preparaban la zona y los músicos probaban los instrumentos. Sobre las doce y media de la madrugada y con bastante retraso comenzó el concierto de la banda burgalesa, aunque antes de que empezara hubo unos momentos curiosos para recordar.
COWABUNGA
Cowabunga es una banda de rock proveniente de Burgos con influencias del rock sureño, surf rock, garage y varios estilos más. Formada por Luis Rodríguez (guitarra, voz, bajo y percusiones), Ignacio Moreno (guitarra, órgano, voz y percusiones), Enrique Mejías (bajo y guitarra) y Alberto Ortega (batería y voz).
Comenzó el concierto con bastante retraso. Fue como un partido de tenis entre la banda y los técnicos de sonido, ya que se las tuvieron durante un rato exageradamente largo para conseguir poner a punto los equipos de cada uno. Empezaron por el cantante y guitarrista Luis, que una vez que consiguió dejar preparado su micro y guitarra se quejó de que no oía a sus compañeros. Los técnicos se pusieron manos a la obra y lo consiguieron. Después, cuando era el turno de Ignacio Moreno (guitarra, órgano y voz) empezaron a ver que no sólo había fallos en el equipo de Luis, sino en todos. Fue un caos entre la banda, que no se oía, y los técnicos que intentaban solucionar los persistentes problemas, pero siempre fallaba algo y así estuvimos casi una hora en la que al final se consiguió acoplar más o menos toda la maquinaria de la banda. Fue curioso a la vez que desesperante.
Una vez que todo estaba conforme, los Cowabunga empezaron con fuerza tocando las canciones “Dead Man” y “Electrica” donde intentaron darlo todo para agradar al poco público que se había acercado hasta el Castillo, aunque poco a poco fue aumentando la asistencia. Siguieron con una de sus canciones más conocidas cuyo título es curioso cuanto menos: “Bodegón del Facebook”. También sonaron “Ali Oli”, “Niños mierda” y “Rulos de Dinero”. Fue un buen concierto para calentar y divertir a la gente que estaba expectante por ver si la siguiente banda tendría los mismos problemas técnicos.
OGUN AFROBEAT
Si hubo un grupo que nos dio fuerzas para seguir en pie fue Ogun Afrobeat, la primera banda de afrobeat en España de auténtica cultura Yoruba que mezcla diferentes estilos como el funk, el soul y las raíces africanas al estilo Fela Kuti, su referencia musical. Liderada por Akin Dimeji Onas, de Lagos (Nigeria), uno de los mejores baterías africanos residentes en España, y sustentada por unas potentes secciones rítimica y de vientos. El espíritu del afrobeat resucitó para inundar Frías y hacernos gozar de un increíble directo al que poco a poco fue añadiéndose más gente que bailaba si parar sus ritmos africanos.
Su sonido es setentero, como la banda sonora de la película “Shaft”, fiel al afrobeat original pero con esos matices que hacen que la banda sea más fresca y actual. A la voz y batería nos encontramos a Akin Onasanya, el motor del grupo. A los saxos Pablo Hernández y Dani Niño. Frank Santiuste a la trompeta. En los teclados el californiano Izzy Shamam. A la guitarra está Carlos Leal aportando el ritmo funk y al bajo Willi González. El encargado de hacernos mover el cuerpo al son de la percusión es Luis Taberna.
Un estupendo y enérgico concierto para terminar una jornada llena de emociones y que no había hecho más que dar por inaugurado lo que iba a convertirse en un gran fin de semana.
Lugar: Frías (Burgos)
Fecha del evento: 25 de julio de 2014
Texto: zaioa
Fotografías: David Mars