Después de meses esperando la ansiada cita, por fin llegó el día de ver a The kills. Siempre me pongo nerviosa cuando voy a un concierto y ese día no fue menos. Nos dirigimos al Antzokia algo tarde para variar…. Recuerdo lo primero que pensé al abrir la puerta: “ QUE BIEN SUENA ESO!!!” , fui a prisa a las filas delanteras y allí estaba ella, la multiinstrumentista Georgia Barnes, junto a una teclista, presentando su álbum debut homónimo. Su entrega en el escenario, esos sonidos de batería y teclados no dejaron indiferentes a nadie, y aunque para mí era una completa desconocida hasta ese momento, sé que después de esa noche solo saldrán buenas palabras de mí hacia ella.
Georgia tiene claras influencias de géneros como el grime, hip-hop y post-punk, que se hacen notar en sus temas. “Move Systems”, “nothing solutions” o “kombine”, pusieron al público patas arriba erizando mi piel en más de una ocasión. Sin duda viene pisando fuerte, y no me extraña, para hacerse su propio y merecido hueco en el mundo del indie-pop.
Sobre las 23.00, y después de unos minutos de pausa, por fin llegó el momento. Con la sala casi llena, una rubia Allison Mosshart y el británico Jamie Hince saltaban al escenario para presentarnos su nuevo álbum “Ash & Ice”, sucesor de Blood Pleasures lanzado en 2011 ”.
Desde el minuto uno ambos mostraron su alto grado de sensualidad, y es que para mí the kills son una de las parejas más sensuales y sexuales de la historia del punk. De hecho si tendría que definir su música, lo haría en dos palabras: Sexo y oscuridad.
El concierto comenzaba con “Heart of the dog” una de mis favoritas de su nuevo disco. Jamie con su guitarra a cuestas y esos movimientos sensuales acercándose a Allison que con su característico movimiento de melena, ayudada por un ventilador situado a su izquierda, agitaba su cuerpo conquistando a todo el público.
La clásica “U.R.A. Fever” sería la siguiente dando paso a las baterías que anunciaban “hard habbit to break”. Allison se agarraba sensualmente al micro y ambos se contorsionaban y se movían al ritmo de los acordes. Desde el primer minuto demostraron actitud y potencia sobre el escenario. Después de “imposible tracks”, suena “Black balloon” y me vengo arriba al igual que toda la sala. Allison maneja la guitarra a la perfección. The kills ya nos habían metido en el bolsillo, es imposible no rendirse a ellos. El dúo continúo dándolo todo y moviéndose por el escenario con “Doing It To Death” de su último álbum, la romántica “baby says” y “Dna”
Con una Alison desenfrenada sonaba “Tape Song”, otro clásico y otra de las más esperadas suena en el escenario, dejando bien claro que con su sola presencia basta para poner una sala patas arriba. Con la bonita “echo home” la intensidad baja para darnos un momento más íntimo. Subimos de nuevo con “Future Starts Slow” y sus demoledoras guitarras, el público se entrega una vez más.
La guitarra de Jamie Hince anunciaba en esta ocasión a la pegadiza “Whirling Eye”. “Post and pands” y “Monkey 23” serían las encargadas de cerrar el concierto para darnos unos minutos de pausa y volver al escenario para ofrecernos un bis de cuatro temas, que comenzaría con “That love” donde Allison en el centro del escenario iluminada por la luz de los focos sería la protagonista deleitándonos con un acústico en solitario. La potente “Siberian Nights” y los riffs de “Love is a Deserter” serían las siguientes. Con “Sour Cherry” llegaría el broche final a una noche de pasión y fuerza que sin duda no olvidaremos en Bilbao. Esperamos volver a veros pronto!
Lugar: Kafe Antzokia (Bilbao)
Fecha del evento: 5 de noviembre de 2016
Texto y fotografía: Zuti