Mucha expectación entre los “southpoperos” en el día grande del festival, se notaban las ganas de vibrar con bandas como Los Punsetes, Triángulo de amor bizarro y Javiera Mena. Aún era de día cuando subió al escenario el primer grupo, Modelo de Respuesta Polar, para dar el último concierto de El cariño(Limbo Starr, 2014) antes de ponerse manos a la obra con su nuevo disco.
Ariadna, de Los Punsetes, apareció en escenario del South Pop con su hieratismo habitual, cantando frente a un atril, mientras el resto del grupo se encargó de repartir estopa, enérgicos y potentes. Las canciones se centraron sobre todo en su último disco y cada una de ellas estuvieron acompañadas por montajes audiovisuales. De Una montaña es una montaña (Everlasting, 2012) sonaron Tráfico de órganos de iglesia, Alférez provisional y 155; de Los Punsetes LP (Gramaciones Grabofónicas, Everlasting, 2008) tocaron Dos policías y Maricas; y del disco LP2 (Everlasting, 2010) pudimos escuchar Tus amigos, a la par que se proyectaban imágenes de una ondeante bandera de Japón. Pero el grueso del concierto, como hemos comentado, pivotó en torno a LPIV (Canadá, 2014): Nit de L’albà, Museo de Historia Natural, Falso Documental, Amanece más temprano, Arsenal de excusas, Opinión de mierda y Me gusta que me pegues. La formación completa de Triángulo de amor bizarro seguía atentamente el concierto, sentados en la grada. Más tarde Los Punsetes harían lo propio durante el concierto de los gallegos, disfrutando del concierto acompañados de Marina Gómez, de Klaus and Kinski (que ya tocó en la edición de 2009).
El escenario se vistió con un llamativo juego de láseres verdes para recibir a Nawja Inri, que llegó haciendo footing, y con la cabeza cubierta por una gorra y una capucha. “¿Estáis ahí?”, preguntó en más de una ocasión al público, que aplaudió al reconocer en seguida canciones de su nuevo disco, Rat Race(WM Spain, 2015), como Feed us, Rat Race o Timeless. En Ballerina Legs intercalará el estribillo de Is This Love, de Bob Marley. La vimos moverse por todo el escenario, bailar con en el micrófono en la mano, y agacharse al borde del escenario mientras se acercaban los móviles para fotografiarla. El público, encandilado por la actitud de la artista, permaneció muy atento, sin perder detalle de la progresión de un concierto que paró el reloj de festival.
“Después de la fiestas de la piscina, espero que hayáis dejado fuerzas para el rock and roll”, pero el numeroso público estaba prevenido de la que se le venía encima, tenían sobre el escenario del Auditorio del parque a Triángulo de amor bizarro. Isabel Cea pasó en poco tiempo de las palabras a la acción junto al resto de la banda: Rodrigo Caamaño, Rafael Mallo y Rubén Muñoz (Zippo). Abrieron con La malicia de las especies protegidas (“Lince”en el setlist)y continuaron con El himno de la bala(“Peinado”, en el setlist), donde volvieron a recordarnos que “el mejor sitio para descansar es la universidad”. A Un rayo de sol (“Mística” en el setlist) siguieron Delirio místico (“Difícil” en el setlist), Super Castlevania IV (“Balada”, en el setlist), Robo tu tiempo, El fantasma de la transición y Lo hispano marcha/la banca gana (“Rock” en el setlist). Sin pausa, se sucedieron trallazos como De la mano de las almas oscuras (“Gold” en el setlist), Ellas se burlaron de mi magia (“Follar” en el setlist), y El crimen: como ocurre y como remediarlo (“Navaja” en el setlist) con la que tenían pensado terminar el concierto. Sólo hubo tiempo para una más, por lo que cerraron el concierto con Estrellas místicas. Quedaron en el tintero dos canciones que guardaban en la recámara del setlist, Amigos del género humano (“Chicle”, en el setlist) y De la monarquía a la criptomancia, que por su bajo trotón es llamada la “trotona” por el grupo, en recuerdo al sobrenombre con el que se conoce, en determinados círculos gays, al actual presidente del gobierno.
Triángulo de amor bizarro trajo nubarrones y truenos para los que vienen a los conciertos a escuchar las letras de las canciones, sus conciertos son una descarga donde las palabras quedan completamente ahogadas, aunque quienes han tenido oportunidad de escuchar las canciones con detenimiento saben que sus textos son poco convencionales, de los más atractivos del indie español. En la tremenda urgencia de su concierto fulminaron por completo las palabras edulcoradas que otros habían dejado sobre el escenario: “No digas ni una palabra/ no digas ni una palabra/ no digas ni una frase/ ni una letra/ no quiero oírte, no quiero oírte/ no quiero/ (…) no quiero, no quiero esperar/ para follar” (Ellas se burlaron de mi magia. Victoria Mística, Mushroom Pillow, 2013).
La artista elegida para cerrar el sábado fue la estrella indiscutible del South Pop 2015, Javiera Mena, que apareció, igual que las tres bailarinas que la acompañaban en el show, con la cabeza cubierta por la capucha del chubasquero blanco que llevaban sobre la ropa (escasa en el caso de las bailarinas). Destacó la puesta en escena, muy atractiva, que incluía luces especiales, proyecciones y coreografías para cada canción, algo que sorprendió a un público, poco acostumbrado a ver este tipo de montajes en el South Pop. El espectáculo comenzó con Los olores de tu alma, la canción que abre Otra Era (Unión del Sur, 2014), cuya letra bien podría ser obra de Sonia y Selena: “Dame todo todo todo/ el aliento que te brota/ los olores de tu alma/ que se cuelan por la boca”. El alma, ese concepto tan peligroso que ya han tratado de desentrañar otros cantautores de “prestigio”, como Alejandro Sanz.
Con los primeros acordes de la canción que da título al nuevo disco, Javiera y sus bailarinas se pusieron las gafas blancas que aparecen en la portada. Tras Otra Era, siguieron El amanecer, Esa fuerza y, la magnífica, Espada, donde las bailarinas sacaron unas llamativas espadas de neón. Engarzaron Luz de piedra de luna con una versión de Ritmo de la noche (del grupo belga Mystic), con el que el público se animó a cantar. “Esta si que la conocen…” comentó, un poco socarronamente, Javiera, a la que pudimos ver extraordinariamente simpática con el público durante toda su actuación. Para Quédate un ratito más se sentó al piano y quedó sola en el escenario, pero volvió a estar acompañada para las dos últimas canciones, recogidas en su debut discográfico, Esquemas juveniles (Quemasucabeza, 2006): Siguiente nivel y Yo no te pido la luna, versión de Non voglio mica la Luna compuesta por Luigi Albertelli, Enzo Malepasso y Zucchero Fornaciari para la cantante italiana Fiordaliso, y que fue popularizada en 1984 por Daniela Romo, co-autora de la letra en español.
Lugar: Isla Cristina (Huelva)
Fecha del evento: 12 de septiembre de 2015
Texto: David Cedeño
Fotografías: jmceca