La música de baile es evasión y, por definición, esta requiere salir de los espacios rutinarios. De Basoa suele decirse que es un festival dentro de un festival. Pero, más que eso, se trata de un ecosistema sensorial alterno. Un rincón de bosque en el que el aliento de los árboles se impregna de texturas sintéticas para generar una experiencia musical memorable.
En Basoa, un sistema de sonido excepcional y un entorno natural privilegiado se dan la mano para recordarnos que el modo en que escuchamos la música puede transformar completamente nuestra percepción de la misma. Moverse entre vegetación rodeado de cuerpos retorciéndose por la vibración de los graves genera una atmósfera de ensoñación liberadora. Una vez empapado en ella, el mundo real queda lejos. Aunque solo sea durante tres días.
Claro que, por mucho que excite los sentidos, una experiencia sin contenido está condenada a la futilidad. Es por ello que el cartel de Basoa apuesta sin ambages por la calidad. Nombres como Modeselektor, Hunee, John Talabot, Ben UFO, Young Marco, Optimo (Espacio) o Prosumer no solo acumulan miles de horas haciendo bailar, sino que están comprometidos con la idea de la música electrónica como búsqueda sin fin. En otras palabras: a Basoa se viene a descubrir.
Evasión, vibración y descubrimiento. Tres ideas que encapsulan el poder de la música electrónica. Pero que cuando uno se sumerge en Basoa son solo el principio.
Modeselektor
Gernot Bronsert y Sebastian Szary llevan más de dos décadas sacudiendo los cimientos de la electrónica europea. Bebiendo de géneros tan dispares como la IDM, el hip-hop, el Dub, el Electro, el Techno o la música experimental, su sonido no solo rompe barreras sino que obliga a crear nuevas etiquetas a su paso. Lo mismo puede decirse de sus expansivos DJs sets: un festín de frecuencias y texturas aparentemente antagónicas capaces de excitar cada uno de los recovecos de tu alma. El caos nunca fue tan bailable.
Hunee
De entre todos los llamados digger-DJs, si hay uno que sea capaz de llevar al público a un estado de ebullición permanente, ese es Hunee. Se hace difícil pensar en alguien que transmita tanta pasión en una cabina, ya sea pinchando un clásico disco, una obscuridad techno o su último descubrimiento africano. Él dice que se siente bendecido cada vez que puede poner música para la gente. Y nosotros cada vez que podemos bailarle.
Ben UFO
Ben UFO es algo así el DJ favorito de todos tus DJs favoritos. Que haya alcanzado este estatus privilegiado sin necesidad de haber producido un solo track dice mucho de sus habilidades como selector. Su conocimiento enciclopédico del legado de la música de baile, su olfato para descubrir futuros clásicos y una técnica infalible le permiten saltar entre estilos con una fluidez pasmosa, elaborando sesiones que no solo te hacen bailar sino que siempre cuentan una historia.
John Talabot
Los tracks que pincha John Talabot son difíciles de conocer pero muy fáciles de disfrutar. Una máxima que debería perseguir cualquier persona que se tome en serio el arte de pinchar. Siempre huyendo de lo acomodaticio para lanzarse a lo desconocido, los sets del barcelonés tienen el poder de sumergirte en estados de trance cuasi místicos. Más que sesiones, lo suyo son rituales hipnóticos en los que perderse y volver transformado para siempre.
Prosumer
Achim Brandenburg lleva desde mediados de los noventa destilando el jack de Chicago y el deep de Nueva York desde una óptica berlinesa: profunda, oscura y sutilmente sexual. Sus sesiones desprenden el tipo de pedigrí que solo poseen aquellos que han pasado incontables tardes rebuscando cubetas e incontables noches buscándose en clubes. Uno de esos selectores que no solo emanan amor por la música, sino también amor por compartirla.
Optimo (Espacio)
“Cuando todo se vuelve predecible, tienes que hacer algo para preservar tu (in)sensatez”. El autor de esta sentencia es JD Twitch, mitad de Optimo junto a Jonnie Wilkes. Hace dos décadas, cuando la mezcla de rock y electrónica todavía parecía una quimera, fundaron su ahora legendaria fiesta homónima en Glasgow como reacción a las noches monotemáticas. Hoy, sus mezclas de estilos imposibles continúan incendiando pistas y cabreando a puristas a partes iguales. Bendita locura.
Skatebård
Los orígenes de Skatebård están en el hip-hop, pero pronto se dejó seducir por los infinitos horizontes de los sonidos electrónicos. En sus producciones y sesiones conviven el italo-disco, house americano, el electro, el acid o el lado más emocional del techno. Que haya publicado en sellos tan respetados como Sex Tags Mania y Keys of Life lo dice todo. Ah, ¿y hemos dicho que es uno de los tipos más entrañables puedas encontrarte encima de una cabina?
Avalon Emerson
El ascenso de Avalon Emerson ha sido meteórico, pero no casual. Tras forjarse como DJ en las fiestas ilegales de San Francisco, aprendió a producir de forma autodidacta y en poco tiempo sus tracks eran publicados en sellos tan respetados como Whities. Ya sea por haber nacido en el desierto o por su afición a la astrología, su sonido desprende un aura de ensoñación mágica. Si entras, ya no querrás salir.
Dekmantel Soundsystem
Unos tipos que organizan un festival tan reverenciado como Dekmantel, a la fuerza tienen que saber una o dos cosas sobre música de baile. Thomas Martojo y Casper Tielrooij empezaron montando fiestas juntos en 2007 y, una década después, son puntas de lanza de la eternamente fértil escena de Amsterdam. Juntos forman un dúo de selectores infalible. Sus panorámicos sets a cuatro manos aseguran incontables momentos de brazos en alto.
Young Marco
En cada una de las sesiones de Young Marco hay tres grandes certezas: la pista se llenará de sonrisas, bailarás hasta que te duelan los pies y descubrirás alguna canción que escucharás en loop a lo largo de las siguientes semanas. Su capacidad para desenterrar joyas desconocidas, un eclecticismo sin complejos y su espíritu siempre festivo convierten cada una de sus apariciones en un derroche de felicidad. Pero, sobre todo, de música gloriosa.
Anthony Naples
Anthony Naples es uno de los grandes housemasters contemporáneos. Desde ese fulgurante ‘Mad Disrespect’ con el que deslumbró hace un lustro, su sonido ha ido ganando en matices sin perder ni un ápice de frescura. Probablemente sea porque su aproximación a la música es absolutamente visceral. En sus producciones y sesiones no hay nada adulterado. Solo una honestidad brutal y ese feeling de pureza que solo tienen las cosas que salen del corazón. Vibrarás.
Samo DJ
Samo es poco amigo de los focos. Prefiere dedicar su tiempo explorando polvorientas cubetas en rincones perdidos del mundo y experimentando en el estudio. Quizá por ello ha publicado en algunos de los sellos más respetados del underground actual. Sus sets, en los que puede sonar desde dub jamaicano a acid techno pasando por deep-house sedoso o pop marciano, son tan inclasificables como él mismo. Y eso, claro, es un piropo.
Cora Novoa
A lo largo sus diez años de carrera, el sonido de Cora Novoa ha ido bajando en revoluciones y ganando en profundidad, pero siempre manteniendo el aura onírica, misteriosa, casi esotérica, que la ha envuelto desde sus inicios. En sus sesiones sigue deslumbrando con una técnica solo al alcance de una reconocida geek tecnológica como ella.
Daniel Baughman
Cuando no está detrás de los platos, Daniel Baughman reparte su tiempo entre su labor como A&R del sello Hivern Discs y Magic Teapot Records, una plataforma online dedicada a la caza de discos “olvidados, invisibles o simplemente increíbles”. Uno de esos DJs que demuestran que el refinamiento no tiene por qué estar reñido con la efectividad.
DJ Fra
La historia de la música electrónica en Barcelona no puede entenderse sin DJ Fra. Una maleta de una profundidad sin fin le permiten ofrecer sesiones que conectan toda clase de estilos y épocas con la solvencia adquirida en sus dos décadas comandando la cabina de Nitsa Club. Garantía absoluta.
