El nombre de Patricia Kraus es quizás más conocido por ser la hija del tenor Alfredo Kraus, pero su trayectoria en la música tiene nombre propio y mucha solera. Nueve son los discos publicados como solista y dos álbumes con su anterior banda, Wax Beat. Muchos son los proyectos a su espalda, tales como representar a España en Eurovisión en 1987, actuar en el FIB en 2000 o ser profesora en Operación Triunfo, entre otros. Y con esta premisa y todos esos prejuicios que los humanos y los no humanos tenemos, realmente el reclamo para ir este concierto no es que fuera muy apetecible a priori. Pero decidimos ir a ver qué se cocía por el teatro.
Patricia Kraus está de gira promocionando su nuevo disco, Divazz (2013), que forma parte y concluye su trilogía de blues, jazz y soul, junto a Vintage Fun Club (2009) y Retrocollection (2011).
19:59 horas. Fila 12, butacas 10 y 12. Teatro Arriaga semi-vacío (semi-lleno para esa cultura urbana llamada optimista). Nos sentamos un minuto antes de comenzar el concierto, tras una Odisea (mayor que la de Ulises) por el metro de Bilbao. Se hace raro ver un concierto en un teatro, sobretodo sentado. Es algo a lo que no me acostumbraré nunca, a pesar de la comodidad.
Un megáfono nos avisa en euskera de la duración del evento, que será de hora y media, y agradezco tener a alguien que me haga de traductor simultáneo. Nos prohíben amablemente apagar nuestros móviles, a lo que nadie hace caso salvo algún despistado. Nosotras bajamos el volumen, que ya es mucho. No nos dejan sacar fotos ni vídeos, de ahí a que esta vez no tenga nada que ofreceros, salvo una foto mal hecha, desenfocada y desencuadrada disparada en la lejanía. Puro acto vandálico e irreverente. Puede que me esperen en la cárcel por ser tan rebelde, me lo tengo merecido.
Pantalla de fondo azul, que a lo largo del concierto va transformándose en rojo, o incluso proyectando fotos y vídeos que a veces poco tenían que ver con la canción. Perdonable, aunque algo flojo. Aunque ver fotos del Times Square de principios de siglo siempre es melancólico y agradecido.
Comenzamos con una versión de “Feeling Good” y es precisamente en ese momento cuando me doy cuenta de que esta señora que baila forzada y desincronizadamente nos iba a dejar con la boca abierta.
Por lo general, y salvo algún fallo técnico que se resolvió con rapidez, Patricia y su banda nos ofreció un concierto correcto, nostálgico recordando a los grandes del blues, jazz y soul de la historia como Etta James, Aretha Franklin, Van Morrison, Stevie Wonder, Nina Simone, Janis Joplin, Bob Marley, James Brown… Incluyendo un tema que aparece en la película “El Color Púrpura”, “Miss Celie’s Blues”, que siempre me pone los pelos de punta. Una gran voz con una técnica muy trabajada, que lo mismo servía para hacer de trompeta que de guitarra, y que acompañaba a su banda de piano, bajo y batería. Espectáculo ameno, chistes por parte de la propia Patricia incluidos cual monólogo entre temas, aunque el público fuera algo soso y ella tuviera que animar a que éste participara en el show haciendo coros o dándolo todo levantándose para bailar y cantar el último tema. Algo que consiguió a medias porque la gente no estaba muy por la labor, cosa que se hubiera agradecido.
Dieciocho temas en poco más de hora y media, un setlist muy digno y completo, con varios registros vocales e idiomas. Patricia se atrevió con inglés, castellano, francés e italiano, políglota total. Y una buena banda compuesta por Gherardo Catanzaro (piano), Enrico Barbaro (bajo) y Georvis Pico (batería) que tuvieron su momento “solo” para mostrarnos su técnica.
También sonaron tres temas propios de la solista: “Alma”, “¿Qué va a ser de mí?” y “Días de invierno”. Lo cierto es que creo que los tres mejorarían sustancialmente si los hubieran escrito en inglés. Aunque eso es un apunte personal.
Algo que debo mencionar porque sino reviento y que es por hacer una crítica constructiva es que sería recomendable que alguien asesorase a Patricia sobre el vestuario a elegir en sus conciertos. No es porque la camisa fuera horrenda, que lo era, sino porque costaba concentrarse en la música con tanta manga ancha y vaporosa. Si a eso le añades sus movimientos algo exagerados, puede que esto le reste el glamour que quizás podría haber tenido un vestido negro o un traje de chaqueta y pantalón más clásico. Un apunte personal, todo sea por mejorar.
Dicho esto, sólo puedo reconocer que Patricia Kraus tiene una voz increíble y que fue un gran concierto, mucho mejor de lo que nunca imaginé que podría ser. Además, simpática y cercana estuvo firmando discos tras el concierto. Y añado que por “culpa” de ellos no puedo dejar de escuchar hoy a Janis Joplin. Eso siempre es algo positivo.
SETLIST
Feeling Good – A. Newley & L. Bricusse
(You make me feel like a) Natural woman – Aretha Franklin
Miss Celie’s Blues – The Color Purple Soundtrack
Moondance – Van Morrison
For Once in my Life – Stevie Wonder
Love me or Leave me – Nina Simone
Alma – Patricia Kraus
¿Qué va a ser de mí? – Patricia Kraus
Días de invierno – Patricia Kraus
Little Girl Blue – Janis Joplin
Ain’t got no I got – Nina Simone
No woman no cry – Bob Marley
Compared to What/Sex Machine – L. McCann & E. Harris/J. Brown
Tell mama – Etta James
Summertime – G. Gershwin
Je crois entendre encore (Les Pêcheurs de Perles) – Bizet
Parole, parole – Mina Mazzini
Blame it on the Boogie – The Jackson 5
Lugar: Teatro Arriaga (Bilbao)
Fecha del evento: 05 de marzo de 2014
Texto: zaioa