Uno de los eventos musicales más esperados del verano en Sevilla tiene de nombre Nocturama. Que todos a los que nos gusta la música, especialmente el rock, y acudir a conciertos conocemos bien por ofrecer una gran diversidad de actuaciones de bandas independientes en su mayoría nacionales aunque también internacionales. Sin duda, una propuesta a la que alabar y a la que le mostramos todo nuestro apoyo por su atrevido enfoque minoritario y las altas cotas de calidad que año a año mantiene sin abandonar los principios que, creo, les han llevado a alcanzar una alta aceptación entre el público sevillano. Y todo a un precio de entrada más que ajustado. No, no me han regalado un jamón. Pero hay que concederle al César, lo que es del César, y en una ciudad como Sevilla, hay que agradecer que existan este tipo de propuestas, que por suerte cada vez son más.
Así pues, este jueves previo al puente de agosto, nos acercamos al Monasterio de la Cartuja para disfrutar (y ya lo creo que sí) de las actuaciones de Montgomery y Maika Makovski.
Llegamos puntuales a la hora programada para los conciertos (22:00) y mientras esperamos tomándonos unas consumiciones y charlamos un rato nos dieron más de las 11, cuando aparecieron Montgomery. Y aquí hay que darles un pequeñito tirón de orejas a la organización, ya que esto es lo habitual (el retraso con respecto a la hora programada) y aunque este viernes no había que trabajar, se agradece algo más de puntualidad cuando se trata de días entre semana.
La actuación de Montgomery comenzó con un pequeño fallo técnico, ya que las pantallas no emitieron sonido alguno durante los primeros segundos. Cuando se corrigió, la fuerza del sonido de esta banda que me era por completo desconocida, me golpeó y me atrapó inmediatamente. Una mezcla de rock y pop hipnótico con fuertes dosis de electrónica que por momentos me recordó lejanamente a los Radiohead más electrónicos, los UNKLE más bailables, los Death In Vegas más poperos e incluso a Portishead en algún tramo.
Con un primer tema, donde pesaba más la vertiente roquera de la banda, que en un giro final se tornó oscuro como el carbón, ya me ganaron.
Continuaron por la misma senda roquera tamizada de electrónica hasta que, hacia la mitad, tocaron techo con el tema más aplaudido por el público que se rindió ante esta sesión de trance e hipnosis colectiva. Desde aquí, las canciones se fueron volviendo más electrónicas, pop y bailables, hasta el punto de que en algún caso no creo que desentonaran demasiado si las pinchase el disc jockey de moda. Montgomery acabó su actuación con una ovación del público que claramente quedó satisfecho con lo que obtuvo.
Y yo, por mi parte, gratamente sorprendido de haber conocido a esta banda, que es nada menos que sevillana, a la que habrá que seguir los pasos a partir de ahora.
Tras unos minutos de descanso para ajustar los instrumentos en el escenario y que el público pudiera ir a la barra a tomarse un refrigerio o al baño, se supone que debía comenzar la actuación de Maika Makovski. Aunque no fue así, ya que una vez Maika Makovski y su banda hicieron acto de presencia, hubo un pequeño retraso por culpa de la configuración de los teclados, que como la misma Maika se encargó de apuntar era prestado y no lograba encontrar el sonido adecuado de piano.
Cuando aparentemente se solucionó el tema de los teclados, el concierto pudo empezar con una Maika Makovski cargada de energía que abrió con el tema “Vulnerable” de su último disco “Thank You for the Boots”, con el que comenzamos a entrar en calor.
Inmediatamente después Maika pasó a coger la guitarra e incendiar el Monasterio con el tema “Oh M Ah” de su álbum homónimo de 2010, mostrando que sin ningún lugar a dudas ella y su banda son animales de directo, donde los temas adquieren un volumen y fuerza impresionantes, tirando siempre de su lado más roquero.
Maika se disponía a retomar el teclado cuando los problemas de configuración de éste volvieron, pero como dicen los profesionales show must go on, así que Maika se colgó de nuevo su guitarra y volvieron a explotar su lado más rock con la pegadiza y marchosa “No Blood”.
Tras esta descarga roquera, y un par de minutos de suspense se arregló definitivamente el problema con los teclados y el concierto continuó con otro tema de su último álbum, “Your Reflection”.
Cada tema que nos entregaban era un cuchillo que se nos clavaba en mitad del pecho. Los directos de Maika Makovski son una engrasada maquinaria que, sin ninguna duda, funciona a la perfección. No creo que hubiera nadie delante del escenario esa noche que se estuviera aburriendo.
Las revoluciones bajaron un poco hacia la mitad, con “Numbers”, pero no hubo tregua ni respiro, ya que en directo dan una vuelta de tuerca más roquera a todos sus temas, incluso a los que lo son menos.
A estas alturas Maika ya nos había encandilado y nos tenía en el bolsillo, porque además del brío que desprende su música en vivo, se mostró en todo momento enérgica, sin parar de moverse, contagiando al público de su fuerza en directo, mostrando una presencia y exuberancia que sólo transmiten los grandes y que en ella fluye de forma natural y auténtica. Me cuesta pensar que no hubiera nadie, hombre o mujer, que no saliera de allí hechizado por su sensualidad y espíritu interpretando sus canciones.
Siguieron disparando tema tras tema, como balas de rock, “No News”, “The Gate”, “Nevermore” hasta alcanzar la recta final que ya se intuía al escuchar las primeras notas de “Lava Lover”, uno de sus temas más conocidos, que Maika presentó diciendo que era un tema de amor y en el que se mostró especialmente sensual como intentando enamorarnos a todos. Y estoy seguro que lo consiguió.
“Lava Lover” fue seguida por “Language”, tras lo que se produjo un simulacro de abandono del escenario, pero rápidamente volvieron para entregarnos el final de la noche con “Friends” y la genial “Ruled by Mars”.
Magnífico concierto de Maika Makovski y su tropa, que brillaron en la noche sevillana, gracias a la aptitud y vigor desplegados y a que fueron acompañados por el excelente sonido que suele ser la norma en Nocturama.
Lugar: Nocturama (Sevilla)
Fecha del evento: 14 de agosto de 2014
Texto: antonio-j
Fotografías: antonio caro