Uno de los mejores artistas de música americana de raíces nos visita de nuevo. Y cada vez más gente se acerca a verle porque esta vez toca en la parte de abajo del Antzoki. Presenta disco nuevo, “I’m Glad Trouble Don’t Last Always” es su título. Y hay novedades ya que se ha separado de su mujer y parece que esto ha hecho sacar lo mejor de sí y ha elaborado el mejor disco de su carrera. Le ha servido de terapia para afrontar el trago y como se suele decir, el poder curativo de la música ha tenido sus efectos. Más orientado al blues, que es la manera más terapéutica de sacar las penas, pero también hay canciones en clave góspel que le dan esa vitalidad para seguir hacia delante.
Y la gente responde y hay una entrada más que decente. Lo primero que nos llama la atención al aparecer el grupo es ver a Roberto con el dedo roto y con el vendaje apropiado y el dedo entablillado. Está claro que esto no es un impedimento para él y se muestra soberbio durante todo el concierto. Empiezan en clave blues pero parece frío y sin mucha chispa. Pero sólo es una toma de contacto porque la cosa se va animar a lo largo del concierto y mucho. Caen “I’m Glad Trouble Don’t Last Always“, “Traveling Myself” y un “Esther Please” en la que nos pide chasquear lo dedos para que la gente vaya entrando en el concierto. Con “Act Like You Love Me“ ya se anima y empieza a pedir a la gente que cante y de palmas. Música celestial saca de su guitarra Roberto al afrontar “On My Way“. El grupo se va engrasando y se nota. Luke y Roberto son dos guitarristas excelentes y se complementan a la perfección. Y la base rítmica compacta y aportando el tempo adecuado. Cuando les toca el turno para mostrar su pericia la aprovechan a la perfección y se meten al público en el bote, Vuelve el blues con “As April Is to May“ y en “Cadillac Slim” se echa de menos la tabla de lavar que le daba un carácter más festivo. La dan otra vuelta para adaptarla a los nuevos tiempos. Cae “Let ’em Talk“ y “You Don’t Know Better Than Me“ con una interpretación a la guitarra de Roberto que logra la ovación del público sin que haya acabado la canción. Se animan con una canción que nos lleva directamente al Mardi Gras. Y la gente no se hace de rogar y las palmas acompañan al grupo en todo momento. “Going To New Orleans” podría ser el título. Bod Dylan tiene una con ese título. Hay una parte en la que Luke se queda sólo. Con guitarra en mano y armónica de cuello nos hace una maravillosa interpretación de “You & Me”. Luego se une Roberto en un par de temas. Mucha complicidad entre ellos y nos dan una lección de música del Delta. Uno de ellos es el “Never Tired”. Vuelve la banda al completo y atacan una vigorosa “Domino Sugar” que anunció la parte más movida del concierto. En “Kokomo Blues” consigue que la gente se entregue y se anima de lo lindo con la banda entonada y dando lo mejor de sí. Y ya con “Break Down the Walls” la gente se implica en las peticiones de colaboración y todo el mundo repitiendo el “Break Down”. Acaban con “Swing That Thing” y Luke pidiendo a la gente que repita el título cuando él lo pide. La banda está disfrutando lo que hace que Luke acabe subido a un altavoz pidiendo a la gente que haga réplicas a sus “eoooh” y demás vaciladas y la gente encantada de la vida.
En el bis si no me falla la memoria cae “Someday Baby”, cerrando un gran concierto con una gran respuesta de la gente y el grupo muy agradecido por la misma. Seguro que no tarda el volver.
Lugar: Kafe Antzokia (Bilbao)
Fecha del evento: 9 de noviembre de 2016
Texto: Antonio López
Fotografías: David Mars