En esta crónica tan solo os voy a hablar del espectáculo Espejos y Espejismos, el nuevo show de Love Of Lesbian, pasando por alto todos aquellos elementos que te hacían olvidar que te encontrabas ante la gira más intimista de los catalanes, como un recinto demasiado grande en el que era imposible conectar con el público, el frío que hacía en el Vistalegre o unos bises que se desligaron completamente de todo aquello que habíamos visto y sentido durante más de dos horas.
El público madrileño ocupaba sus localidades poco a poco hasta que a las 21:30, un recinto que hasta hacía escasos minutos parecía inmenso se quedaba justo para acoger a todos los fans de Love Of Lesbian, a los que incluso se les tuvo que abrir una grada adicional.
Una voz en off nos daba la bienvenida a la que sería nuestra casa durante unas horas, se nos abrían las puertas a un rincón de la memoria que guardaba todos aquellos secretos que han escondido las canciones de Love Of Lesbian durante tantos años y en el que el público allí presente podría sumergirse y sentir en su propia piel todo lo que Santi Balmes nos ha cantado. Casi sin que nos diese tiempo a coger aliento estábamos sumergidos en lo que serían las turbias aguas de Espejos y Espejismos, “Nada” fue la primera aguadilla, de esas que te cogen por los pies y no te dejan salir a respirar hasta que empiezas a marearte y así, sin resuello, nos pilló “1999” y bajo el agua gritábamos eso de “Oh, muérete”, hasta que perdimos la conciencia y ahí ya no teníamos nada que hacer, Love Of Lesbian nos habían llevado a su terreno, habían roto nuestra coraza emocional y entraron en nosotros como el aire, nos tenían a su plena disposición para llevarnos de viaje al pasado y explicarnos de una vez por todas qué ocurrió en aquel supuesto fin del mundo.
Cada nueva canción era como abrir una de esas cajas polvorientas que están apiladas en el fondo del desván, cada una de las cuales estaban llenas de todos esos sentimientos que tan solo te atreves a expresar en canciones, eran cajas sin nombrar y las íbamos abriendo con entusiasmo, pero también con el miedo de saber que si embalaste todo aquello con tanto cuidado y te encargaste de dejarlo en el rincón más lejano del desván sería por algo. Como la Pandora del siglo XXI Santi se encargó de liberar todos estos sentimientos, que empezaron a flotar por el Palacio Vistalegre y que se metían dentro del público igual que habían estado dentro de los catalanes cuando compusieron todas esas canciones. Y de repente estábamos en una de esas comidas familiares en las que acabas haciendo un simulacro de evasión en tu antigua habitación o viajábamos a aquel tiempo en el que te incendiaste por primera vez y nos rompíamos cual espejo del salón. Pero no eran solo la voz de Santi, la batería de Uri o el bajo de Joanra los que nos evocaban todos estos recuerdos, en esta ocasión sobre el escenario les acompañaban dos actores que con sus marionetas y títeres creaban el ambiente perfecto.
Poco a poco, ese rincón emocional que Love Of Lesbian nos habían reservado, se iba desvaneciendo, dejando paso a unos recuerdos más amables como aquellas veces en las que se perdían en su universo infinito, los safaris en el parque o los domingos haciendo slalom por tu cuello.
Espejos y Espejismos llegaba a su fin, parecía que como tantas otras veces “Oniria e Insomnia” serían los encargados de decir adiós a un público madrileño que cuales masocas habían acudido en masa a sufrir con Love Of Lesbian y con todas esas canciones que te escuecen por dentro. Pero como un reencuentro inesperado en noche azul los catalanes volvieron a salir al escenario para que con sus “Maniobras de escapismo” pudiéramos desencadenarnos de todos esos recuerdos y despertar así de ese letargo al que nos habían inducido los lesbianos de forma premeditada. Así terminó el espectáculo Espejos y Espejismos de Love Of Lesbian, después de una noche en la que la mayoría nos vimos obligados a enjugarnos las lágrimas en más de una ocasión.
Lugar: Palacio Vistalegre (Madrid)
Fecha del evento: 07 de noviembre de 2014
Texto: alba
