La banda valenciana La Plata regresaba a Bilbao para presentar su tercer largo «Interzona» (Sonido Muchacho, 2025). Si la vez anterior lo habían hecho en El Muelle, en esta ocasión la sala elegida fue el Crystal. Únicamente había visto aquí algún bolo del Bime City.
Con tan solo 8 minutos de demora la formación mixta inicia su periplo con un desarrollo instrumental, transmite muy buenas vibraciones, al de poco el sonido se endurece y Diego Escriche (voz y guitarra) deja caer su impronta, un Post-Punk muy personal que se intuye a Biznaga como una de sus influencias. La voz no acaba de escucharse como es debido, desconozco si intencionadamente o no pero el efecto global tampoco se ve alterado en exceso. Un público bastante joven inundaba la sala y pocos veteranos habituales entre ellos, demasiados pocos. Luego se comenta de que no se hace música de calidad, que no hay relevo, con tan solo pisar las salas pequeñas de vez en cuando nos daríamos cuenta de que esto no es así, relevo generacional hay de sobra, otra cosa es que nos enteremos o no, asistamos o no asistamos a los garitos.
Las canciones se sucedían con un ritmo ágil y contagioso pero el pogo no apareció en ningún momento, tal vez en la parte final se asomó un amago. María, la bajista, tomo el mando de la voz principal en una canción y casi ni se le oía, menos mal que entro Patricia, la teclista y entre ambas pudieron salvar el tema. Entre el Post-Punk hubo también hueco para alguna composición más compleja y rondando el final algún medio tiempo.
Quizás la más coreada y bailada no fue otra que «Atasco», de su 1º EP de 2,017.
Tras una hora un pelín pasada, 63 o 64 minutos, los valencianos se retiran, el público pide y espera ansioso un bis, pero al igual que Los Punsetes y Triangulo de Amor Bizarro, La Plata tampoco hacen bises.
Lugar: Sala Crystal (Bilbao)
Fecha del Evento: 13 de Febrero de 2025
Texto: Iñaki Gallardo
Fotografías: David Mars
