Nuestra segunda jornada comenzó más tarde de lo previsto debido a un importante retraso en los autobuses lanzadera del festival. Autobuses que debo mencionar eran de pago (1,5 € por trayecto y persona), no como en el resto de los festivales, que cubren esta necesidad dentro del precio de tu entrada.
Así que llegamos para ver el final de Jamie T, una banda británica de pop-punk con un sonido poco original que recordaba a bandas como Green Day o Sum 41. Eso sí, los chavales lo dieron todo sobre el escenario partiendo cuerda durante el segundo tema, pero el sonido fue bastante malo y el concierto poco brillante.
Tras haber perdido parte del día esperando el autobús, nos encontramos relativamente pronto con el grupo más esperado del día. La nueva banda del ex miembro de la polémica banda Oasis, Noel Gallagher’s High Flying Birds, fueron los encargados de poner el broche de oro a una tarde que, según nos comentaron, había destacado por su “flojera”.
Algo muy bueno del FIB es que la gran mayoría de los conciertos comienzan con rigurosa puntualidad. Y así lo hicieron los de Manchester. Comenzaron el concierto con “Everybody’s on the run”, de su primer disco homónimo de 2011, para pasar a presentar su nuevo álbum de 2015, “Chasing Yesterday”, con su segundo tema “Lock all the doors” y continuando con “In the heat of the moment”. Noel, acompañado por una sólida banda en la que destacaban todos y cada uno de sus miembros, dio un concierto muy sobrio en el que tampoco se movió demasiado ni interactuó con el público, muy en su línea. Pero a pesar de ello, debo reconocer que fue un buen concierto, el mejor del día. Sobre todo cuando comenzaron a sonar temas de Oasis como “Champagne Supernova”, que apareció en sexto lugar y durante el cual dejaron cantar a un entregado público muy dispuesto a disfrutar del concierto, seguido por “Talk Tonight” y poco después rematado por “Half the world away”, “Digsy’s Dinner”, “The Masterplan” y “Don’t look back in anger”, con la que finalizaron el concierto, pasando claro está por increíbles y potentes temas propios como “The Mexican” o “Dream On”. Eché en falta “The Dying of the Light”, uno de mis temas preferidos de su último LP o “The Right Stuff”. Y, por supuesto, alguno más de Oasis. Creo que todos los allí congregados podríamos haber estado dos horas más escuchándoles.
Y llegó el concierto final con The Prodigy. Era la cuarta vez que les veíamos y hay que decir que no han cambiado ni su repertorio ni su show. Pero esto a nadie le importa. Esta vez sólo con 20 minutos de retraso aparecieron los ingleses sobre el escenario para empezar la non-stop party con su mega éxito “Breathe”. La gente empezó a venirse arriba, formando un corro enorme donde se preveía que podría llegar a montarse un buen pogo pero se quedó en poca cosa. Canciones como “Nasty”, “Omen”, “Firestarter”, “Voodoo People” y “Smack my bitch up” animaron a un público que no dejaba de saltar, para finalizar con un bis de tres temas, entre los que sonaron “Rise of the Eagles”, “Their Law” y “Take to the hospital”, y terminar la noche por todo lo alto, con la energía a tope, al son de la frase que tanto repite la banda durante todos sus conciertos: “All my Prodigy people here!”.
Lugar: Costa Azahar (Benicassim)
Fecha del evento: 16 de julio de 2015
Texto: Zaioa
Fotografías: gaizka