Dos figuras del blues juntos en el mismo lote. Bueno John Nemeth aporta también su lado soul que es lo que me atrajo la primera vez que le oí en su anterior álbum “Name The Day!”.
Como no soy un enterado de Duke Robillard y veo que tiene una carrera discográfica que tira de espaldas le doy una oída a su último disco y pico un poco por algo del resto. No es cuestión de pillar un empacho. El tío ha sido miembro de los Fabulous Thunderbirds y ha colaborado con gente tan ilustre como Tom Waits en alguna gira y con Bob Dylan por lo menos en el inmenso “Time Out of Mind”. Casi nada. Fan declarado de T-Bone Walker. De hecho tiene un disco con sólo versiones de este.
El último disco “Calling All Blues” se deja oír muy a gusto. Tiene blues rockanrolero al uso pero también temas con toques jazz, otros con sección de vientos que le dan mucha vidilla o mucho swing como quieras llamarlo. Estos son parece los terrenos por los que se mueve como pez en el agua y que domina de pe a pa. Le acompañan en algunas canciones voces femeninas que dan matices distintos a los temas ganando en variedad. Eso sí, en todos los temas demuestra lo gran guitarrista que es.
John Nemeth parece ser la gran promesa del blues-soul. Bueno lo de promesa habrá que dejarlo ya porque los premios ya le están llegando por su trabajo. Ahora que al Eli Paperboy Reed le llueven gorrazos por todos los lados por su último disco igual John Nemeth puede coger el testigo. Su último disco “Memphis Grease” se disfruta de lo lindo. Tiene todos los ingredientes que le hacen que una vez le oyes no te olvides de él en una temporada. Hay blues y soul de otra época, aquella que se facturaba en Memphis, pero suena fresco y hecho con mucho gusto.
El Antzoki presenta una buena entrada y muy puntual empieza John Nemeth su concierto. Arranca con “Bad Luck is My Name” un tema de su último disco. Y como no podía ser de otro modo es oírle cantar y quedarte pasmado. Sigue con “Sooner Or Later” que transmite tan buen rollo que todas las prisas del día quedan aparcadas y te deja el cuerpo como la seda. Esto sí que es medicina del alma. Toca darle al blues y para ello recurre al “Country Boy” de Elvin Bishop. Pasa de un registro soul a otro blues con una naturalidad que tira de espaldas.
Con una banda muy compacta el tío se mueve a las mil maravillas. Un guitarra exquisito y muy eficaz en los punteos que le ves tocar y parece que está dando una lección. Le ves poner los dedos en el mástil y te da tiempo a quedarte con cada nota que toca. La base rítmica marcando la pauta en todo momento para que John Nemeth nos deleite con unos solos de armónica pletóricos siempre al servicio de la canción. No tocar por tocar para demostrar lo bueno que es. No me extraña que digan que es uno de los mejores con la armónica.
En el tema “Funky Feelin’” nos deleitan con unos solos de guitarra y bajo de los buenos pero sin pasarse y uno de armónica impresionante. En “If It Ain’t Broke” se sale por los cuatro costados. Qué manera de cantar. En clave soul sabe elegir a los mejores para mirarse como son Otis Reading y Sam Cooke. También sabe ponerse brutote en temas como “My Babe’s Gone”. Tema que lo tocan sin bajo y con dos guitarras. Y el tío soplando la armónica de manera arrolladora. En “Testify My Love” nos derrite con otro tema soul cantando a las mil maravillas y acabando de rodillas. Un poco de meneo con “Do You Really Want That Woman” que incita a mover el esqueleto y acabando con un tema en clave blues y dejando un gran sabor de boca.
En un plis plas desmontan y montan el escenario y ya tenemos en escena a Duke Robillard. Empieza con un tema de blues rockero como “I’m Gonna Quit My Baby” de su último disco y es de los de no parar de moverte. Sigue en esa línea como con el tema “”Lookin’ For Trouble” vía Chicago. Temas en los que está en su salsa y que a la gente les sienta de maravilla.
La banda que le cubre las espaldas a la perfección para que él se explaye a gusto con la guitarra. Un batera milimétrico en el toque y el contrabajo hacen una sección rítmica muy compacta. En la teclas metiendo la chicha adecuada haciendo que las canciones crezcan en cada momento. A Duke Robillard se le ve pletórico y con mucha energía. Ya tiene una edad pero se entrega a fondo y disfrutando de tocar.
Una concesión al último disco con el tema “Down In Mexico” le sigue un “Jump The Blues For You” con un Duke demostrando lo gran guitarrista que es. Turno para “I Still Love you Baby” con la teclas dándole un toque más jazzy. El concierto mantiene una buena línea que se disfruta con temas que incitan al meneo pero empieza la parte que se me hace más anodina. Se casca tres instrumentales seguidos que consigue que Morfeo acuda a mí. Temas en los que los componentes del grupo se marcan sus solos respectivos y que me dan ganas de salir corriendo. Lo siento, no puedo con este tipo de rollos. Menos mal que suena “Make it Rain” que fue escrita por Tom Waits y que es de lo mejor del concierto. Hasta en la voz me suena a Tom Waits. Para acabar con otro blues que no me dice nada y con la sala medio vacía.
Me imagino que a los que les gustan los tíos tocones pues Duke Robillard les molara mucho pero yo me quedo con John Nemeth con canciones directas y al grano y sin tanto sólo instrumental.
Lugar: Kafe Antzokia (Bilbao)
Fecha del evento: 12 de marzo de 2015
Texto: Antonio Lopez
