Que no te engañen las apariencias, ahí donde le ves introvertido y un tanto avergonzado, dentro se esconde un talento inconmensurable. Y el camino más directo que tiene para mostrarse es a través de unas canciones imperecederas que calan muy hondo. Ahí es donde podemos realmente contemplar la esencia de Paco Román, el alma mater de Neuman, un veterano en estas lides, con las ideas muy claras y que, a base de tesón y corazón, se ha labrado una carrera que ha comenzado a darle los merecidos frutos a años de dura labranza.
Parecía difícil, pero con su último trabajo “Chraspad” se ha superado y que mejor lugar para disfrutar de sus composiciones que un escenario y, además, en un lugar idílico como es la iglesia donde se alberga El Círculo de Arte de Toledo a la que nos desplazamos a vislumbrar las andanzas de la banda pasados tres años de su última visita.
En concordancia con la fría noche toledana, el desangelado recinto previo al inicio fue, afortunadamente, poco a poco adquiriendo vida con un público que, sin ser numeroso (algo menos de media entrada), se tornó determinante en el devenir de la velada que, con retraso, arrancó con la melancólica Chraspad y la única presencia de Román y su guitarra acústica para, acto seguido, enlazar Stones, secundado ya instrumentalmente por batería y piano de forma paulatina. Los acordes animosos de la melódica Dizzy supuso la tercera incursión seguida a su nuevo álbum, para dar paso a dos de sus composiciones más destacadas y reconocibles, Tell You y la sobresaliente Hell, dos auténticos temazos cuya melodía reverberó por la cúpula del Círculo de Arte que, si bien es una plaza difícil de dominar sonoramente, sorprendentemente nos dejó degustar cada detalle incluso cuando los temas alcanzaban mayor intensidad. Tanto que también nos hizo partícipe de la contrariedad de Paco con uno de sus amplis, si apretaba sonaba como rajado; algún cable, posiblemente algún pedal… trataron de darle solución sobre la marcha pero no parecían encontrar el problema; cosas de músicos, como suelen decir algunos porque, aunque para el protagonista suponga un engorro, para la mayoría de la gente aquello pasa inadvertido.
Y nos fueron llegando mas imprescindibles de su repertorio como son Bye Fear, Hi Love y la sobrecogedora Too Pretty resonando en toda la sala y sacando el nervio del trío afincado en Granada, para rematar con la rítmica y vital Marsha, con su toque ramoniano, de vuelta a su actualidad más reciente. Los tonos taciturnos y la intensidad in crescendo se hicieron notorios con Sil fono, un tema al más puro estilo Mogwai, a la que le siguió Boystar, uno de los singles más dinámicos que conforman su quinto largo, para concluir con Battle Starship.
En los consabidos bises, otro nuevo tema, All That Matters y la constatación de que Román seguía a disgusto con el sonido indescifrable que seguía persistiendo en su ampli y que a punto estuvo, junto con el horario, de dejarnos sin más. Aquí es donde fue vital la insistencia del público, artífices de que Paco tirara para adelante y dejara a un lado el continuo e inoportuno zumbido. Y es de agradecer porque Turn It, el himno que abre “If”, sonó tan grande como lo es por si mismo. Venido arriba, y aún sabiendo que estaba fuera de tiempo, Paco nos dejó una última gema cuyo título es Deleted Files, rematada con un intenso final y que constata que no es necesaria mucha palabra para transmitir emoción. Un magnífico final para una más que notable actuación reflejada en los sinceros aplausos de los bien avenidos allí presentes. Y es que Neuman tardaron en ser reconocidos, pero al César lo que es del César, y que mayor constatación de su magnitud que unas canciones redondas en cada una de sus grabaciones y más superlativas aún en vivo.
Lugar: Círculo de Arte (Toledo)
Fecha del Evento: 1 de Febrero de 2017
Texto y fotografías: Luis López Pascual