Nos adentramos a las diez menos cuarto de la noche del viernes 14 de Marzo a lo más parecido a un bar de carretera del sur de los U.S.A, donde se supone que dará comienzo el concierto de Angel Stanich a las 23 horas en punto. La realidad es que empieza con una hora exacta de retraso.
Durante todo ese tiempo en el local se dispara la inquietud; música de los 80 a todo volumen, gente bebiendo cerveza como si fuese su última noche en la tierra, camareros sirviendo cenas a toda prisa, risas, olor a fritanga y de pronto, todo se detiene, se apagan las luces, silencio absoluto y ahí está, un tipo de aspecto desaliñado, desgarbado, barbudo, melenudo, y con pinta de haber dormido en el banco de un parque la noche anterior, es él, es Angel Stanich.
Esperando encontrarnos con un concierto acústico, de entrada nos topamos con un descontrol de decibelios. El Primer tema “Amanecer canibal”, lo podemos encontrar en su álbum Camino ácido, álbum que nos presenta esta noche.
Su sonido es el resultado de una mezcla de compuestos químicos de varios elementos de la tabla periódica musical en una misma probeta, hablamos de: Pony Bravo, Albert Pla, e incluso Leiva, a ritmo de tacón y en ocasiones con armónica al más puro estilo Dylan.
Después de siete temas y un espectáculo con la sensación de haber finalizado, el público reclama un Angel Stanich que aún no han podido saborear, un tipo suelto y que interactue con ellos. Pero esto no ha acabado, el artista vuelve al escenario y regala a su público entregado un bis de cuatro canciones. El tema de cierre no podía ser otro que su himno “Metralleta Joe”, convirtiéndose así el local en lo más semejante a un Karaoke. Tras los aplausos Angel baja del escenario algo mareado pero con aguante y sonrisa se dedica a la firma de autógrafos e incluso fotos.
Lugar: Crazy Horse (Bilbao)
Fecha del evento: 14 de marzo de 2014
Texto: naiara
Fotografías: Asier