A finales de los felices años 90, cuando Internet aun estaba medio en pañales, no existía la “correción política” tal y como la conocemos ahora y disponer de teléfono e Internet a la vez era poco menos que un lujo asiático apareció por sorpresa, en los sitios web de humor de la época, un grupo llamado “Gigatrón”, con una parodia del “The final Countdown” de Europe y que gozó de lo que ahora conocemos como “viralidad” y de cierta fama, desapareciendo misteriosamente no mucho después para reaparecer en el 2012.
Su estilo musical es el resultado de meter a “El Reno Renardo”, Grupos heavy-metal/rock diversos (Manowar, Europe, etc), algo de Bon Jovi, un poco de rock patrio, bastante de ganas de diversión, y una estética desopilante en una batidora y ver qué demonios sale.
Y la verdad es que el resultado gusta. Y mucho. Es un equivalente a las películas de “Aterriza como puedas”, ignoradas y machacadas por la crítica (que probablemente las ve en secreto aunque las desprecien en sus estiradas críticas dominicales) pero amadas por el público en general, que al final lo único que suele querer de una película es que le entretenga.
Porque entretenimiento (y de calidad) es lo que ofreció el concierto, en el que tuvimos la ocasión de disfrutar de un repaso a su discografía, quizá corta pero intensa (con intermedios lúdicos en los que su cantante y líder Charly Glamour nos recordaba lo mucho que odia a los pijos, la necesidad de añadir caña a nuestras tristes vidas y que el Rock y el Metal son la mejor medicina). Canciones como “Grábame el de Slayer”, “Soy duro”, “Apocalipsis molón” hicieron las delicias de un público insaciable, ávido de caña y sangre de pijos. Y por supuesto su mítica e inimitable “Te voy a petar el Cacas”, momento cumbre del concierto en el que entraron en comunión con sus entregados fans a los que no les hubiera importado que la hubiese tocado media docena de veces. Solo por cosas como esas merece la pena pagar la entrada.
Por cierto, que las pintas de los integrantes y su tono desenfadado y autoparódico no os lleve a engaños, tocan mejor que muchos de los grupos “serios”, sus solos son tan “cañeros” como los de cualquier grupo heavy que se precie, los arreglos y adaptaciones son dignos de elogio y Charlie Glamour, tiene la voz, gracia y carisma suficientes para que todo el invento se mantenga. Mención aparte para sus falsetes, al mismo nivel que los Bee Gees, y un registro vocal pocas veces visto.
Otro punto para ellos son sus letras, interpretaciones libres de canciones famosas (por ejemplo Living on a Prayer pasa ser “Grábame el de Slayer”) verdadero derroche de imaginación y creatividad y otra de sus señas de identidad.
20 años llevan en escena. Ojalá cumplan 20 más para seguir llevando el buen metal por todo el mundo. ¡Larga vida al Rock!¡Viva el Kalimotxo!
Lugar: Stage Live (Bilbao)
Fecha del Evento: 28 de Septiembre de 2018
Texto: Ibai