Después de estar a punto de tocar la cima de la mano de la popularización de la oleada de garage durante los 2000 y de un disco ecléctico, extraño y estimulante como Good Bad Not Evil (Vice, 2007), Black Lips han pasado por un intento de apertura bajo la tutela de Mark Ronson o Patrick Carney de los Black Keys y por un progresivo proceso de limpieza o purificación de su sonido. Una circunstancia que en parte les ha llevado a dar bandazos y a reformular la estructura de la banda.
Con la dirección a punto de perderse, Cole Alexander y Jared Swilley le dieron el año pasado a la formación de Atlanta una nueva vida a modo de quinteto con la inclusión de Oakley Munson a la batería (en lugar de Joe Bradley; ponía la voz, por ejemplo, en ‘Bad Kids’), Zumi Rosow al saxofón y el regreso del guitarrista Jack Heynes en lugar de Ian St. Pé. Y con Sean Lennon, el hijo de John Lennon, a la producción, Black Lips publicaron su octavo disco de estudio en una carrera marcada por la histeria y la prolificidad: Satan’s Graffiti or God’s Art?
Un trabajo imbuido del espíritu del blues rock con 18 temas que bucean en las raíces de la banda y las reflotan en clave clásica, que cuenta con Yoko Ono haciendo las voces de acompañamiento y que quizá se pierde demasiado en su iconoclastia garagera.
Pero una excusa perfecta para volver a citarse sobre las tablas con una de las bandas más furiosas en directo del circuito indie, famosa por las invasiones de escenario, los pogos salvajes y el desmadre del rock and roll.
Y para arrancar la noche tendremos a los guipuzcoanos Albert Cavalier, que acuden con un enérgico rock-garage, como el que encierran en el EP “We don’t fuckin’ surf”.
Fecha: 10 de mayo
Lugar: Dabadaba (Donostia)