Ha llegado un nuevo espíritu libre desde Donostia: Elena Setién, artista polifacética en permanente estado de reinvención, quien regresa a San Sebastián tras un periplo que ha durado casi veinte años y que ha tenido etapas en Londres, Barcelona o –sobre todo– Copenhague. Precisamente en la capital danesa, lugar en el que ha residido gran parte de ese tiempo, llegó a convertirse en una figura habitual de su escena alternativa con proyectos –en solitario o dúo, como Little Red Suitcase– de difícil clasificación por su vocación expansiva cuando no de pura improvisación.
Allí era un nombre fijo en las nominaciones anuales de los premios Grammy del jazz danés en su modalidad vocal y una referencia en el resto de países escandinavos, hasta el punto de llamar la atención del guitarrista Fred Frith quien invitó a Little Red Suitcase a actuar en The Stone, la mítica sala del New York underground tantas veces relacionada con John Zorn. Pero la carrera de Elena Setien es siempre imprevisible y su nuevo disco es buena prueba de ello. Grabado con la ayuda de Mikel Azpiroz –otro músico inquieto– y con Karlos Arancegui a la batería, en él apuesta por los sonidos del teclado (Wurlitzer principalmente, también Hammond) y del sintetizador Moog. A la atmósfera densa y evocadora que logra con trémolo y reverb es su voz –que emerge solvente de retos más exigentes que en discos anteriores– la que aporta los mimbres que faltaban para lograr un poso y una profundidad que raramente se ha conseguido en un disco hecho aquí. Lejos del jazz en esta ocasión, propone un trabajo completo pero nada complejo, de muy sencilla digestión pero largo recorrido y con mucho jugo que extraer, que soporta cualquier comparación y que a su manera –nada evidente– incorpora el legado de nombres como Tom Waits, Billie Holiday o Nico, artistas que marcaron su infancia y cuyo estudio sigue despertándole interés. Una colección sin fisuras de canciones que por su sobriedad y severidad aparentan ser autobiográficas y sin embargo no son sino un reflejo de situaciones cotidianas que nacen de la mera observación costumbrista y en las que tampoco rehuye ni lo desenfadado ni lo naif.
Etéreo por momentos, más terrenal según avanza la escucha, resulta complicado adjudicarle etiquetas. Cualquiera de ellas supondría limitar el espectro de lo que esta cantautora de raza es capaz de aportar a una escena, la de la música independiente, tan necesitada de espíritus libres e innovadores. Siempre es difícil anticiparse a las reacciones que un disco –y más de un artista poco conocido– puede provocar, y mucho más adivinar la repercusión que puede tener. Pero si de una cosa estoy seguro es de que no va a haber nadie que al escuchar cualquiera de las canciones de ‘Dreaming of Earthly Things’ no haga lo posible por escuchar el resto. (Eduardo Ranedo).
Fechas de la gira:
16 noviembre – Donostia – Teatro Victoria Eugenia
17 noviembre – Madrid- Clamores
30 noviembre – Bilbao- Colegio de Abogados
1 diciembre- Rentería, Guipúzcoa – Cyne Ryena