Joanne Shaw Taylor nos presenta su nuevo disco “Wild” y se deja caer por Bibao en la sala Azkena que presenta una entrada que no está nada mal. La chica es el sueño de cualquier padre. Que tu hijo escuche la música que te gusta y que encima a él también le mole. Suele pasar que es al contrario sólo por fastidiar. A la chica le han llegado premios y reconocimientos de artistas de relumbrón. Qué más se puede pedir. Domina las seis cuerdas de maravilla, nadie lo pone en duda, y este tipo de músicos es para gustos. A muchos los tocones les aburren y otros disfrutan de su habilidad. Lo que tengo claro es que en el disco “Wild” lo que sobresalen son las canciones por encima de los virtuosismos. Temas redondos y siempre el músico al servicio de la canción y no al revés.
Y no sé si será por la puntualidad británica pero cuando llego ya está sonando “Nothing to Lose”. Ya das por hecho que tocar la guitarra lo va hacer de manera magistral. Es verla deslizar los dedos por el mástil y te quedas pasmado pero lo que te va atrapando según avanza el concierto es también su voz. Está hecha para esto, no cabe duda, y lo tiene todo para triunfar y llegar a un público más amplio. El tiempo lo dirá. Las canciones de su último disco funcionan de maravilla e incluso se da el lujo de dejar algún gran tema del disco sin tocar y que serían caballo ganador. En ellas se muestra más comedida y las canciones no necesitan alardes a las seis cuerdas. Ellas solas ya se valen. Ya hay otras donde la pirotecnia no va a faltar como en “Jump That Train” donde los dedos van por el mástil a velocidad de vértigo ó “Diamonds in the Dirt” que empieza comedida para ir poco a poco in crescendo y acabar echando fuego a la guitarra. En “Tried, Tested & True” se muestra emotiva y donde se la ve disfrutar de verdad con el sonido de su guitarra. “Watch ’em Burn“ es un blues más ortodoxo hasta que llega el momento de que su guitarra se ponga a hablar y te deja anonadado con lo que hace con las seis cuerdas aparte de demostrar el vozarrón que tiene en los últimos compases de la canción. Le acompaña una banda que está cohesionada y se la ve muy rodada. Un base rítmica muy compacta y con la que Joanne se mueve como pez en el agua. Un teclado que da a las canciones lo necesario para que sean más robustas si cabe. También se encarga de la guitarra en ciertos temas.
En los temas nuevos “Wanna Be My Lover” se lleva la palma de lo buena que es. El toque hard-rock de “Ready to Roll“ engancha y es la que tiene que abrir a más público sin duda. Se fija en la portadas de los discos que hay en una pared del Azkena y le dedica “Wild Is the Wind” a David Bowie. Todo va a la par en este tema. Su voz, su guitarra. Magistral. Destacar también “No Reason to Stay“ con esos aires souleros y que en la voz de Joanne es una gozada. Para acabar no podía ser de otra manera y mete candela de la buena y tenemos desbarre guitarrero tanto en “Tied & Bound“ cómo en la soberbia “Going Home“.
Lugar: Sala Azkena (Bilbao)
Fecha del Evento: 6 de abril de 2017
Texto: Antonio Lopez
Fotografias: Lorenzo Pascual