Visita de uno de los mejores grupos de swing que uno se pueda echar a la cara en estos momentos. Y para emular a las Bigs Band de los años cuarenta o cincuenta a la formación no le falta una sección de viento brutal que es un motor a propulsión y que elevan las canciones a otra dimensión. Parapetados detrás de los carteles con el nombre de la banda como en las bandas de la época para que no falte detalle. Al final, nueve músicos encima del escenario que lo llenan musical y físicamente. Su último disco data del 2014 así que ya les toca volver a pasarse por el estudio.
De teloneros tenemos a los Locos del Oeste del incansable Mario Cobo. A este hombre si le gusta un tipo de música no se limita a escucharla sino que tiene que montar un grupo para explayarse. Su countryi/western y su forma de vestir te trasporta a la América donde esos sonidos eran la alegría de la huerta para que lo paisanos bailasen y disfrutasen con toda la familia en los cobertizos después de una dura jornada de trabajo. Mario Cobo además de la guitarra se encarga de la Steel Guitar. Y es verle disfrutar como un enano tocándola. Presentan el Ep “Y su Loco Country Jazz” que a los seguidores de estos sonidos no va a defraudar. Y entre versiones de los maestros de estos sonidos más alguna canción propia nos hacen pasar un buen rato. El grupo sabe el terreno que pisa al dedillo y tanto El Lega a la guitarra/voz, Xabi Carajillo al contrabajo y Blas Picón a la batería tienen la lección bien aprendida. Canciones como “Maldito sombrero”, “Why You Do Me Like You Do”, “No Melody Shines Like You Do” y “You Better Do Better Baby” de sus grabaciones y la versiones de rigor se meten a la gente en el bolsillo.
Después de montar todo el tinglado les llega el turno Ray Collins Hot Club. De blanco inmaculado que contrasta con el rojizo con el que viste el resto de la banda. Y desde el primer tema a ritmo de “Yeah Yeah” la misión está clara. Que no te quedes quieto y disfrutes y te olvides de todo durante hora y media. Y vaya si lo consiguen. No les faltan buenas canciones y las ganas que ponen hacen que todo vaya rodado. Así que toca dar palmas y chasquear los dedos en todo momento. Y está en una banda en que la sección de viento marca la pauta. Te sacan de cualquier berenjenal si es que tienes alguno. Con Andreas Reitz como cabeza más visible que no para en ningún momento de arengar a la gente y de tocar y saltar y que sus compañeros le sigan en lo que es una fiesta de principio a fin. Todo un espectáculo verles en acción. Pero el resto de la banda no se queda atrás y el algún tema que la sección de viento desaparece también lo bordan. Y al frente Andreas, alias Ray Collins, que se muestra explendido a la voz y captura a la perfección el espíritu de este tipo de música. Canciones como “Out Of My Mind”, “High Life” ó “Drunk” hacen que los pies se te vayan. También hay temas más orquestales como “Long Ago” con un Andreas demostrando toda su clase. Pero si hay un tema a destacar es “Knock out boogie” con una demostración a la guitarra de Tilmann Schneider de las buenas. Y como no podía faltar para animar la cosa de lo lindo hay está “Barefoot” que pone a toda la gente a mover el esqueleto y acompañar al grupo en el tema.
En los bises un “Bye Bye Paris” y “All In One” con toda la banda divirtiéndose y contagiando a un público entregado. Se van pero la insistencia hace que vuelvan a salir a interpretar “Yeah Yeah Baby You’re Right” con las teclas echando humo y que Jerry Lee Lewis firmaría encantado. Un sublime final.
Lugar: Kafe Antzokia(Bilbao)
Fecha del evento:17 de febrero de 2017
Texto: Antonio Lopez
Fotografías: Lorenzo Pascual