El pasado jueves 24 de noviembre hizo parada en el BEC de Barakaldo la gira de The Cure, como parte de una extensísima gira europea y mundial iniciada en mayo en Norteamérica. Sin ningún disco para presentar, nos hicieron un brillante repertorio de su larga trayectoria marcándose un bloque final con sus grandes hits que dejó un magnífico sabor de boca final.
Antes de comenzar a hablar del concierto, quería dejar una queja del tremendo frío que pasé yo y la gran mayoría del público, no se puede ir a un concierto en un recinto tapado que se perciba más frío dentro que en el exterior. Una vez déjalo este apunte, empiezo con la crónica de lo sucedido.
Los encargados de abrir la noche fueron la banda escocesa The Twilight Sad. Liderados por un auténtico frontman, James Alexander Graham, no paró de moverse, testicular con las manos y bailar al estilo Ian Curtis, me sorprendió gratamente, además comentó que era su primera visita a Bilbao y estaba muy agradecido al público que vino desde primera hora para verles. Los escoceses ya estuvieron a finales de año pasado de gira abriendo los conciertos de Editors, en esta ocasión venían con nuevo disco “Oran Mor Session”, el cual nos presentaron varias canciones que nos hizo trasladar a un lugar completamente diferente y en cada canción nos ofrecieron diferentes emociones. Su sonido tan oscuro me recordó a los propios Joy Division. Era la primera que les veía y me encantaron y como colofón, en la última canción después de finalizar, el loco de James empezó a pegar gritos como si estuviera poseído, genio y figura.
Una vez finalizado el concierto de los teloneros, y puesto a punto el escenario, salieron a la hora marcada The Cure. Había una gran expectación con una gran entrada, no se colgó el cartel de sold out. El bueno de Robert Smith, voz y alma del grupo, salió a escena acompañado del culo inquieto Simon Gallup con su estética Rockabilly y su camiseta de Iron Maiden no paró de moverse por el escenario, parece que está en su segunda juventud, Roger O’Donnell estuvo brillante durante todo el concierto al teclado, Reeves Gabrels cumplió su papel y estuvo todo el concierto en un segundo plano y por último Jason Cooper no paro de calentar el ambiente a base fuerza y buenos golpes.
El concierto comenzó con tres canciones del disco Disintegration, en este orden: “Plainsong”, “Pictures of you” y “Closedown”. Después de estas tres canciones retrocedieron unos años más atrás para interpretar del tirón “A night like this”, “The blood”, “Push” y “The baby screams”, cuatros canciones de The Head On The Door, que sacaron las primeras grandes ovaciones de la noche.
Disfrutamos la brillante voz de Robert que no ha perdido fuelle con los años. Prosiguieron el concierto, sin moverse de sus posiciones en ningún momento excepto Simón que fue más inquieto y desechando cualquier efectismo pirotécnico más allá de unos sobrios pero coloridos visuales, interpretaron canciones como la melodía de “Just Like Heaven”, Jupiter crash”, pequeña joya del irregular disco Wildmoodswings, de las pocas que se salieron de la lista de hits/clásicos del grupo, “From the edge of the deep green sea”, sorprendieron con otra pequeña rareza, “burn”, de la bso de el cuervo, “Prayers for rain” y “Disintegration” como última canción del primer bloque del concierto.
Luego vinieron los bises, que los dividió en tres bloques que dieron para casi la mitad del concierto. En el primer bis se marcó “At night”, “M”, “In your House” y eterna “A Forest”, todas ellas de su segundo disco Seventeen seconds. El segundo bloque lo arrancó con “The Crown”, siguieron con otra canción del disco Disintegration “Fascination street”, tocó el turno a la arrolladora “Never enough” y cerraron este bloque “Wrong Number”.
Para el bloque final dejaron la artillería pesada con sus hits más conocidos. Volvieron al escenario con “Lullaby” y esas telas de araña que recordaban al videoclip. Siguieron con dos de los temas más bailables “Hot Hot Hot!!!” y “The Walk”. Como cierre se marcaron “Friday I´m in love”, “Boys don’t cry” y “Close to me” que calentaron un recinto que se olvidó del frío por unos momentos. Finalizado el concierto, recibieron una atronadora ovación por el publico, bien merecida la tienen.
En resumen, un gran concierto, da gusto ir a ver a una de las bandas que después de tantos años siguen brillando encima del escenario. Larga vida a The Cure y esperamos volver a cruzarnos pronto.
Lugar: BEC (Barakaldo)
Fecha del evento: 24 de noviembre de 2016
Texto: David Mars