¿Qué tal chic@s?. Bueno, la pregunta de siempre. ¿Contadnos un poco la historia de la banda?
Empezamos hace unos cuantos años, prácticamente hemos aprendido juntos a tocar. Sacando nuestros temas preferidos al principio y haciendo canciones después. Hemos ido poco a poco, hasta que el cuerpo nos ha ido pidiendo más y de repente tenemos tres discos y ¡ya no podemos parar!
Disco calentito. ¿Qué nos podéis contar de él?
Queríamos hacer un disco para gozárnosla en directo, que las canciones fueran un disfrute para nosotros. A esto le hemos sumado todos nuestros miedos, esperanzas, tristezas y alegrías, y nos ha salido un disco bastante loco, como la vida misma.
Tres discos ya. Más o menos uno cada dos años. ¿El grupo está asentado y apostáis por el proyecto?
Nosotros apostamos por la banda a tope. Esperamos seguir creciendo y poder sacar muchos discos más y dar miles de conciertos. ¡Deséanos suerte!
El título “Odyssey In The Key of Three”. ¿A qué odisea os referís?
A la odisea de hacer el disco en medio de una gira. A la odisea del trabajo creativo, al viaje de crear algo de la nada. A esa sensación de estar al borde del precipicio y lanzarte de todos modos.
¿Lo habéis vuelto a grabar en directo y tocando todos juntos?. Si es así ¿Es la manera de captar toda la energía y el espíritu de las canciones?
Sí, hemos vuelto a decidir grabar así precisamente por el tema de la energía que comentas. Nuestro rollo es muy orgánico y visceral, y es más complicado atraparlo en una grabación por pistas.
Tengo que deciros que si no me dicen que sois de Bilbao pues pienso en una banda foránea tranquilamente. ¿Se os presta la misma atención que a las bandas de fuera?
Yo creo que no, pero entiendo que uno siempre piensa que debería recibir más atención. Esta movida del rock es dura y toda ayuda es poca. Molaría que todos los medios, las salas y los promotores tratasen con amor a las buenas bandas de su zona. Y a las malas también porque quizá algún día sean cojonudas (risas).
El formato trío es vuestra elección. ¿Para un grupo con base en el blues y el hard-rock es el más adecuado?
En nuestro estilo hay tradición de tríos pero también muchísimas bandas con dos guitarras. El trío mola por lo arriesgado, porque ninguno de los tres instrumentos puede decaer ni un instante, y esto es muy bueno para el rock.
¿Que grupos os han marcado y que oís normalmente?
Nuestras influencias son muy amplias. En especial, nos fijamos en otros power-tríos, de la época, e incluso estilo, que sean. Y algunas de las bandas que nos metieron el rock en la vena son Ramones, The Beatles, The Band, Nirvana, Platero y Tú, Led Zeppelin… Siempre hemos escuchado de todo, y últimamente, se me ocurre Gonzalo dándole a Blind Melon, Iker a El Twangero y yo al nuevo disco de Las Sexpeares, que me flipa.
Escuchando el nuevo disco hay variedad y muy buen gusto. Ahí tenemos “My Song” en clave hard-rock, “Roots” toque americana o más blusera como “Sweet Tender-Eyed”. ¿Es la intención inicial o las canciones surgen y punto?
Las dos cosas son verdad. Hemos grabado el disco por etapas: componíamos los temas y los grabábamos, de dos en dos o de tres en tres y no sabíamos qué iba a salir de ahí. Pero en las últimas etapas, mirando con perspectiva las canciones sí que pensamos en qué podía faltarle al disco y fuimos a por ello.
Como todo power-trío que se precie el fuerte es el directo pero tengo que deciros que el disco se escucha de muy buena gana. ¿Creéis que puede llegar a más gente o la cosa esta difícil?
Esperemos que llegue a un montón de gente. Sin duda, el rock es un camino difícil, pero hoy en día, ¿qué camino no lo es? ¡Menos mal que peña como vosotros nos echa una mano!
Habéis homenajeado a Rory Gallager en el ciclo Izar & Start. El bueno de Rory tiene muchos seguidores. Yo creo que este disco no defraudaría a nadie de ellos. ¿Cómo llegar a ese público potencial?
Rory nos ha dado ya mil alegrías con su música y con las oportunidades de homenajearle en Izar & Star, y después en Holanda y en Manchester. En marzo volvemos a Holanda, qué ganas. Además, tengo que decir que los fans de Rory Gallagher son tan especiales como él. Seguro que en el futuro nos encontramos con muchos más.
Me imagino que empezareis a presentarlo ya. ¿Cómo tenéis la agenda de conciertos?
El sábado 22 de octubre estuvimos en el Kafe Antzokia de Bilbao. ¡Qué bien lo pasamos! Menos mal que vamos a Madrid el 4 de noviembre y el 12 a Donosti, y que estamos cerrando más fechas, porque nos morimos de ganas de tocar.
Os vi en directo y me quede flipado del nivel de Gonzalo a la guitarra. ¿Muchas horas de ensayo?
No sé si conoces la teoría que dice que lo único que hace falta para dominar un oficio son 10.000 horas de práctica. Puedo confirmar que Gonzalo ha superado las 10.000 horas (risas). Trabaja muy duro para poder expresarse con la guitarra libremente. Esa es una de las paradojas de la aventura creativa: para poder ser libre, tienes que someterte a una disciplina seria al mismo tiempo.
En un power-trío el guitarra siempre es el centro de atención. ¿Cómo lleva la base rítmica este tipo de cosas?
Iker y yo hacemos nuestro trabajo lo mejor que sabemos y estamos a servicio de las canciones, en primer lugar, y de nuestro flamante solista, en segundo lugar. Los dos sabemos que cuanto más conectados estemos y mejor estemos sonando, más libre va a sentirse Gonzalo para empujarse más allá; que si tocamos mejor, él brilla más. Es una responsabilidad muy bonita y no nos extraña que Gonzalo sea el centro de atención muchas veces porque ¡es el puto amo! (risas)
¿Solís salir a tocar por Europa? y si es así ¿Qué diferencia hay a la hora de tratar a los grupos en casa y fuera?
Cuando hemos salido a Europa, ya sea con nuestro setlist o con el de Rory, nos han tratado muy bien. Y la verdad es que aquí también. Lo que sí hemos visto fuera más a menudo que aquí, es un respeto casi reverencial por la música y por el oficio del músico. En Holanda ha sido donde más hemos flipado, mucho nivel los holandeses, ¡para todo! (risas).
Suerte y gracias por atendernos y decir lo que queráis.
Gracias a vosotros! Un abrazo!
Texto por Antonio Lopez