PHOENIX (CHRISTIAN PETZOLD), ALEMANIA
El realizador alemán Christian Petzold vuelve a la carga tras su anterior obra, Bárbara (2012), tratando de nuevo una temática que es tan angustiosa como reconfortante: cómo enfrenarse a una nueva vida cuando ésta te fue arrebatada. Vuelve a repetir con Nina Hoss y Ronald Zehrfeld, actores principales de su anterior película.
Como el propio nombre de la película indica, la protagonista vuelve a resurgir de sus cenizas para hacerse fuerte y afrontar una realidad no muy complaciente, la búsqueda y reconstrucción de una identidad inexistente, un reencuentro con el hombre que le traicionó y le convirtió en lo que es ahora, del que sigue tremendamente enamorada y busca a toda costa.
La trama, desarrollada a finales de los años 40 en una Alemania en posguerra, va construyendo y desarrollando de manera impecable a sus personajes, concluye una historia redonda, un guión perfectamente estructurado que hacen que “Phoenix” sea la perfecta candidata para ganar la Concha de Oro y, probablemente, la mejor obra del director hasta el momento. El único final posible es simplemente conmovedor, tuve los pelos de punta durante un buen rato.
LOREAK (MARÍA GOENAGA Y JON GARAÑO), ESPAÑA
Esta joyita, al igual que la anterior, fue una de las grandes sorpresas del día. Trata la historia de una mujer que empieza a recibir semanalmente ramos de flores de forma anónima, lo que acaba afectando su vida y la de las personas que le rodean.
José María Goenaga y Jon Garaño han creado una delicada, tierna e íntima trama dramática de historias cruzadas protagonizadas por mujeres tratando la moralidad, los reproches, la pérdida… la vida. Una magnífica realización a la que se suma la soberbia interpretación de cada uno de sus personajes hacen de Loreak una película imprescindible y un claro ejemplo de que hay producciones en España que se salen de lo comercial y que son exquisitamente conmovedoras, sin pretenciosas intenciones. Además considero de gran valentía haber grabado la película en euskera, cosa que no es demasiado habitual y que dada la riqueza lingüística que tenemos en el país siempre es de agradecer el poder ver obras en su versión original que nos recuerde la diversidad de la que gozamos.
PD: Me enamoré de Itziar Aizpuru en el primer momento en que la vi, ¡qué ternura de mujer!
THE DISAPPEARANCE OF ELEANOR RIGBY (NED BENTON), USA
La cuestión interesante de la película es que originalmente eran dos películas que han terminado por volver a montar para hacer de ellas una sola (exigencias de la productora), y a la que han dado otro enfoque en el que se incluye a los dos personajes en conjunto, no como en las anteriores en las que cada una de ellas estaba conducida bajo el punto de vista e James McAvoy en “El” y de Jessica Chastain en “Ella”.
Esta versión “re-montada”, ópera prima de su director y guionista Ned Benton, trata sobre la ruptura de una pareja que se ama, pero que no puede estar junta. Es el amor y el desamor, el odio y el dolor. Sería recomendable ver las películas originales para ver qué se ha quedado colgado porque, a pesar de que funciona como película, sí parece tener algunos flecos sueltos que probablemente estén bien desarrollados en la obra al completo.
Aun así, la interpretación es espléndida, emocional, sobria, abrumadora, y hace que la película sea, como poco, digna de mención y de visualización imprescindible. Trata la convivencia y relación de una pareja de un modo muy real, intimista y honesto. La narración de la historia es muy correcta, ahondando en los sentimientos de unas personajes deshechos por dentro.
NEGOCIADOR (BORJA COBEAGA), ESPAÑA
La versión libre de Borja Cobeaga sobre las negociaciones que se llevaron a cabo entre ETA y el Gobierno español en 2005 y 2006 se estrenó a sala llena en el Teatro Principal. Había mucha expectación por ver la última obra del gipuzkoano que tanto éxito ha cosechado este año como co-guionista de “Ocho apellidos vascos”. Esta vez con “Negociador”, su tercer largometraje como director (“Pagafantas”, “No controles”).
A mí, personalmente, me dejó indiferente. Ya no porque la historia contada sea la interpretación de su realizador, sino porque ni engancha, ni emociona y es totalmente reiterativa, irregular y superficial. Supongo que será para gustos pero pese a las correctas interpretaciones se me quedó una historia bastante simplona y sin gracia.
Texto por Zaioa