El segundo día llegó cargado de propuestas muy interesantes, tres películas y una selección de cortometrajes del catálogo Kimuak que paso a describir a continuación.
SILENT HEART (Bille August), Dinamarca
Comenzamos la mañana acudiendo entre bostezos al Cine Trueba, casi repleto a las 9 de la mañana, para ver la nueva película del director danés Bille August que conoceréis por haber dirigido (y ganado el Óscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa) por “Pelle el conquistador” o la también galardonada en Cannes “Las Mejores Intenciones”.
Una película coral, de personajes bien definidos y cuidadosamente desarrollados que se reúnen en casa de la madre para despedirse de ella, bajo su expresa demanda, ya que ésta sufre una enfermedad degenerativa y decide junto al marido poner fin al sufrimiento al que se vería sometida si siguiera con vida.
Dentro de un argumento tan dramático como lo puede ser una amarga despedida en vida de un ser tan cercano como el papel materno, August logra añadir tintes cómicos que, a la par de suavizar dicha amargura, hace que prevalezcan unos minuciosos diálogos que te hacen plantearte que no sólo existe un punto de vista de las cosas.
Un film como he dicho de diálogos perfectamente estructurados, de confesiones, de resignación, de aprobación, de decisiones y de cómo afrontarlas. De cómo reconciliarte con personas a las que quieres y de cómo perdonarlas y perdonarse a uno mismo.
Un drama intimista perfectamente interpretado y una de las grandes sorpresas del festival.
UNE NOUVELLE AMIE (François Ozon), Francia
Partamos del a base de que “Une Nouvelle Amie”, la nueva película de François Ozon, habitual en el Zinemaldia y ganador en 2012 de la “Concha de Oro” por su brillante película “Dans la Maison”, es una adaptación de una novela de 1985 escrita por Ruth Rendell (quien también escribió “Carne Trémula” que adaptó Pedro Almodóvar) titulada “Une amie qui vous veut du bien (The New Girlfriend)”. Novela que también leyó en su momento Achero Mañas ya que en 2010 dirigió una película llamada “Todo lo que tú quieras” de argumento prácticamente idéntico sólo que, en mi opinión, Ozon ha podido mejorar sustancialmente la realización, dirección y desarrollo de los personajes, así como el argumento en su adaptación (a pesar de no ser la mejor de sus obras).
La historia es sencilla dentro de su complejidad. En los primeros minutos de la película y de manera muy breve aunque bien desarrollada y como si de un videoclip de tratase nos presentan a un personaje que acaba de fallecer, dejando desconsolados a su mejor amiga de toda la vida y a su marido y bebé. El marido, no sabiendo cómo afrontar la ausencia materna en la educación de su bebé y para que ésta no la echara de menos, decide asumir ese rol “disfrazándose” de su difunta mamá. Cuál será la sorpresa para la amiga cuando entra a visitar al viudo y le encuentra travestido cuidando de su pequeña. En ese momento, la relación entre amiga y marido se estrecha hasta el punto de sucederse una serie de acontecimientos que les cambiará para siempre y que nunca imaginaron que pudieran suceder.
El director francés tiene la facilidad de saber convertir el drama en comedia y quitar crudeza a algo que va más allá de estereotipos sociales, algo que trata más sobre sentimientos y sobre encontrarse a sí mismo en una sociedad actual aún muy conservadora en cuanto a temática transgénero.
KIMUAK
La selección de cortometrajes de Kimuak fue un agradable respiro entre tanto largometraje. Siete cortometrajes se proyectaron en la Sala 9 de los Cines Príncipe.
A SERIOUS COMEDY (UNA COMEDIA SERIA), de Lander Camarero
Nizar Rawi, director del Iraq Short Film Festival, cansado de no recibir ninguna comedia en su festival, decide emprender una para intentar incentivar la producción de comedia en su país y cambiar la imagen exterior de los iraquíes. Para mí el proyecto más interesante de la propuesta de Kimuak de este año y que podréis ver en el próximo Zinebi. Rodado en Iraq y País Vasco y que se anuncia como el Primer Cortometraje de Comedia realizado en Iraq desde hace más de 30 años, que es digno de mencionar y que lo hace aún más especial.
ANÓMALO, de Aitor Gutiérrez
Tres ancianos se divierten espiando a una mujer a través de sus prismáticos desde la piscina cubierta de un polideportivo. La cristalera de la piscina es su escudo y, a la vez, su mirador. Pero esta noche Luis, Darío y Pedro serán testigos de un acontecimiento que no tiene marcha atrás.
DON MIGUEL, de Kote Camacho
Eugenio acude con su hacha a la botica de Don Miguel, pletórico. Don Miguel solo tiene que firmar unos papeles para que el Banco por fin preste a Eugenio el dinero que ha pedido. Pero en lugar de firmar y dar una alegría a Eugenio, Don Miguel le propone un trato.
HUBERT LE BLONEN AZKEN HEGALDIA/THE LAST FLIGHT OF HUBERT LE BLON, de Koldo Almandoz
La historia de un pionero del motor que de niño soñó con libélulas y murió cumpliendo su sueño.
SAILOR’S GRAVE (LA TUMBA DEL MARINERO), de Varios Autores
Los horrores de un naufragio, las campanas de un faro olvidado y el devenir de las mareas rodean un cuento en torno al mar. Sailor’s Grave (La tumba del marinero) es el resultado de un taller cuyo método de trabajo está inspirado en el juego del cadáver exquisito, un mecanismo de creación colectiva donde los participantes manipulan y transforman los dibujos de unos y otros, construyendo de esta forma una narración intuitiva e imprevista.
SOROA/THE FIELD (EL CAMPO), de Asier Altuna
Tierra árida, sol, viento. Una procesión cruza el paisaje. El eco de sus plegarias trae la lluvia.
ZARAUTZEN EROSI ZUEN/SHE BOUGHT IT IN ZARAUTZ (LA COMPRÓ EN ZARAUTZ), de Aitor Arregi
Cuando Miren se dispone a pagar el café, a menudo se saltan su turno. Pero cuando se da cuenta de que alguien ha robado una camisa de su tienda, no estará dispuesta a volver a caer en la resignación.
AUTÓMATA (Gabe Ibáñez), España
Y con “Autómata” llegó el desastre. Tanto la premisa como la promoción de la película captaron mi atención en un primer momento. La vendían como un proyecto de poco presupuesto (conseguido gracias a favores personales), ciencia ficción española en la que iban a abusar poco de la post-producción (¿?) y que pretendía retomar los parámetros del cine de ciencia ficción de los años 60 y 70 (más filosófico y con otro tempo) pero con robots motorizados y con control remoto… Luego te encuentras con que la película ha costado 5 millones de euros, que se dice pronto. Ya quisiera conocer a gente que me haga el favor de prestarme tal cantidad de pasta para realizar mi película (qué digo película, me hago diez películas, tres series y treinta mediometrajes). Es lo que tiene tener amigos humildes. También escuchas de que se ha rodado en Bulgaria, porque en España no hay desiertos (más bien sería que es porque es más barato, digo yo). O como que ha sido una coproducción con Bulgaria y Estados Unidos porque aquí no encontraban presupuesto (eso de los favores ya lo voy entendiendo mejor). Cosas que no cuadran por ninguna parte. En fin. Buena estrategia de marketing.
Sorprende enterarse de que Banderas no cobró por actuar en la película. Y de que califiquen a una película con 5.000.000.000 de euros de no tener apenas presupuesto (vamos, que los que hacemos cine de calidad con NADA de presupuesto tendríamos que tener una estatua).
La interpretación de Antonio Banderas es bochornosa, puede ser el peor papel que haya interpretado en toda su carrera. Muchos gestos y posturas sobreactuadas que recordaban a un Walter White de “Breaking Bad” venido a menos (pobre Cranston). Y su personaje, mal desarrollado. Por no decir que no lo está en absoluto. No me gusta juzgar el físico, pero Melanie Griffith está muy mal aprovechada tanto interpretativamente (con escasos minutos de aparición muy muy flojos) como físicamente, da penita verla. El vestuario no le hace justicia, y el maquillaje es otro tema del que podría hablar largo y tendido. En general, ningún personaje tiene alma ni carisma. Parece que han querido demostrar que se puede hacer cine de este género en “España” pero se han quedado a mitad de camino, bailando entre lo absurdo y el mal gusto. Me reservo mi opinión en cuanto a los diálogos, que son alarmantemente nefastos.
Jacq Vaucan, el personaje al que interpreta Antonio Banderas, un agente de seguros muy competente y profesional que se ve involucrado en la investigación de un robot de su compañía que ha tratado de manipularse a sí mismo, algo que viola la “Segundo Protocolo” en un futuro distópico poco creíble. Lo que pretende enseñar la película es que hasta los robots están hartos de vivir en una sociedad preestablecida fundada en engaños y en constante manipulación, y de cómo algo creado por humanos empieza a tener incomprensiblemente unos sentimientos que no les correspondería tener a unas máquinas supuestamente mucho más avanzadas e inteligentes. Robots rebeldes de la resistencia (me quedo con los de Falling Skies). ¿Os suena? Nada nuevo, vaya.
Un personaje protagonista sin arco, que no experimenta cambio alguno, ya que hasta los últimos minutos su propósito es el mismo que al comienzo de la película: volver a su casa con su mujer embarazada para irse a vivir a un océano que vagamente recuerda. Vamos, que no está muy conforme con que los robots quieran abandonar la zona cosmopolita pero su intención es exactamente la misma, haciéndolo de manera ilegal como ellos. Incluso cuando hasta el espectador sabe que los robots están ahí para ayudarle, Vaucan les apunta con un arma para cargárselos (al final del tostón este).
Sin ritmo, con exceso de metraje, con diálogos insulsos e interpretaciones muy reprochables, llena de clichés y “guiños” a otras películas de las que claramente saca sus referencias, como Mad Max, Blade Runner, Terminator o Yo, Robot. A veces lo que más rechina en una película de este género es un mal decorado, una mala fotografía o incluso unos malos efectos digitales. Aquí puede que sea lo que se salve, porque lo realmente importante (guión e interpretación) es un auténtico fiasco. Para haberme parecido tan alarmantemente mala, me ha dado mucho de qué hablar.
Texto por Zaioa Lopez