Visita del bueno de Willie Nile en su gira de presentación de su último trabajo “World War Willie” que nos lo trae en plena forma y con esas canciones marca de la casa que son un subidón continúo y que te alegran el día de qué manera. Guitarras potentes, canciones coreables y estribillos de los que se te pegan para disfrutar de lo lindo. Y lleva así desde hace ni me acuerdo. Respetado por artistas de la talla de Bruce Springsteen pero que a estas alturas de la película ya veo difícil que pase a una liga superior donde más público le reconozca que se lo merecería como el que más.
Según se acerca la hora el Antzoki se ha ido llenando y presenta una buena entrada. Y que pasa cuando el público se engancha al grupo y el grupo se engancha al público desde el principio, pues que el conciertazo está servido. Willie tiene temas para parar un camión pero la selección de los elegidos es muy buena y son para que el concierto no baje en ningún momento en intensidad y fuerza. Nada de medios tiempos ni baladas. A pisar el acelerador y sudar la gota gorda. Que la gente baile, disfrute, coree las canciones. Porque lo que tienen las canciones de Willie que aunque no te sepas la letra siempre tienen un ohhh, un hey, un yeahh que te mete en el tema. Así que empieza arrollador con “Forever Wild “, “Grandpa Rocks“, “Life on Bleecker Street“. Un poco de pausa para introducir “The Innocent Ones“ y hacer uno de los temas más destacados del concierto. En “Heaven Help the Lonely (Places I Have Never Been)“ la banda cada vez está más suelta, se les ve felices y disfrutando y Willie ya se da un garbeo guitarra en mano y se mezcla con la gente haciendo botar a todo el personal. Más madera con “Let’s All Come Together” que hace que la cosa no decaiga y las palmas echen chispas. Y de seguido dos temazos de su último disco que son tela marinera. Hablamos de “Bad Boy” y “Hell Year”. La gente está entregada y la fiesta ya no hay quien la pare. Así que empiezan los “oeooeoeoe” y la banda encantada de la vida. Turno para una memorable “Love is a Train” con el guitarra solista Matt Hogan haciendo un solo infinito que parece que no tiene fin y hace que la canción sea una verdadera gozada. Le da tiempo a subirse por las escaleras del Antzoki y tocar entre el público que allí se encuentra. El tío está desatado. En estas aparece en el escenario Jorge Otero de los Stormy Mondays que va a acompañar al grupo durante el resto del concierto. Y qué mejor que empezar con ese pedazo de canción que es “Children of Paradise”. Para la recta final “Trouble Down in Diamond Town“ y la reconocida “House of a Thousand Guitars“ que la gente canta y disfruta de lo lindo. Hay que mencionar también al bajista Johnny Pisano que aparte de tocar de la ostia y no parar en ningún momento también tiene tiempo para echar la caña entre el público femenino. Se baja del escenario y rodilla en tierra le da un anillo a la chavala que tengo a mi lado. Pero en otra baza que se baja le pide que le devuelva el anillo. En plan bien claro, pero bueno….. Menudo figura. Siguen acordándose de Lou Reed con la macanuda versión que se hacen del “Sweet Jane” que hace las delicias del personal y cuando parece que está va a ser la última engancha con el “Heroes” de David Bowie y remata la faena con “One Guitar” y todo el mundo dejándose llevar por el “nanananana”. El despiporre. Willie subiéndose a la parte de arriba del Antzoki, Matt Hogan botando entre el público y Pisano…. a echar la caña. Una hora y media del tirón que se me pasa en un suspiro.
No se hacen esperar y para el bis el “A Hard Day’s Night“ de los Beatles que nos pone una sonrisa de oreja a oreja y un “Hear You Breathe“ a toda pastilla que nos deja exhaustos.
Como dijo el batería Alex Alexander al presentar a Willie “Willie Nile el rey del rock”. No me cabe la menor duda.
Lugar: Kafe Antzokia (Bilbao)
Fecha del evento: 08 de septiembre de 2016
Texto: Antonio Lopez
Fotografías: David Mars