Si hay algún festival en el que la brisa del mar y la gasolina combinen a la perfección, ese es el Motorbeach sin duda alguna. Su cuarta edición ha dejado mucho rock n roll, una competición de surf, una exposición de coches y motos antiguas, que nos han hecho transportarnos a la época de Grease. Todo ello en el acantilado de una playa salvaje, rodeados de naturaleza.
El viernes empezaron fuerte con dos grandes bandas del pub rock. En primer lugar salieron al escenario Eddie and the Hot Rods, sacando sus riffs inspirados en el punk antiguo. El cantante, único miembro original, sigue en plena forma con 40 años de carrera, haciéndonos vibrar con cada tema. El grupo se integra a la perfección, destacando el batería que a parte de tocar, canta bastante. Transmitieron su buena energía durante algo más de una hora.
Con los motores ya calientes, y nunca mejor dicho, llegaron Doctor Feelgood. A pesar de ser todos nuevos miembros, llevan juntos más de 15 años y la complicidad en el escenario es brutal. El cantante no para de cautivar al publico con su “apertura de piernas “cual gimnasta, lo q hace q no puedas apartar la vista ni un momento. La lluvia intensa que empezó en pleno concierto, no impidió que siguiéramos bailando hasta el final al ritmo de rock con toques de blues.
Pero la fiesta no acaba aquí, los que no estaba demasiado mojados y no tenían demasiado sueño, siguieron disfrutando hasta el amanecer con varios djs, con ritmos del espíritu ols school surf rock.
El sábado mas y mejor si cabe y con una tregua de la lluvia, empezaron con Barracudas, quizás cansados, no motivaron al publico del todo y las bromas privadas del guitarrista no ayudaron. El concierto duró sobre una hora.
Los Madrileños Sex Museum en cambio, pusieron mucha energía, luz, sonido y actitud de todos los miembros del grupo, a destacar el peculiar estilo de baile del cantante. El resultado fue uno de los mejores conciertos de esta edición, a pesar de que el batería original tuvo un accidente días antes, y fue sustituido por otro que estuvo a la altura en todo momento.
La guinda la pusieron los ingleses Godfathers. La actitud desafiante del cantante, un poco más punky como su propio estilo, fue la mejor manera de terminar este festival.
Los padrinos fueron los últimos en tocar, pero en motorbeach el rock n roll no para, bueno este caso si, por un fallo técnico de 30 minutos, que afortunadamente solo fue un susto y la música duró hasta el amanecer esta vez con buen tiempo.
No nos podemos olvidar del show entre conciertos de los franceses Gipsy Wall of Death. Atraen a la gente con una actuación musical y teatral, para que pasemos a ver, cual feriantes de circo jugándose la vida, un espectáculo de motos impresionante en un cilindro de madera. Dentro todo vibra, las motos pasan a centímetros de la gente y los pilotos sueltan las manos y pies mientras van a toda velocidad en horizontal.
El domingo terminaba todo con los premios del concurso de surf y premios a las mejores motos y coches antiguos. Ha sido un festival increíble para todos los públicos, amantes del surf style, moteros, familias y amantes de la música en general. Todo esto hace que la afluencia de público crezca a pasos agigantados cada año, lo que incita a ampliar las instalaciones para siguientes ediciones. Nos vemos el año que viene.
Lugar: Playa Espasa (Asturias)
Fecha del evento: 23 de julio de 2016
Texto y fotografía: Alex Heyer
