Hey Mr. Neken fue la banda encargada de abrir la segunda jornada del Music Legends Festival, que amanecía algo más soleada. Los de Getxo rindieron esta vez homenaje a los Eagles. Como llegamos tarde sólo nos dio tiempo a escuchar ‘Hotel California’ y su versión de ‘Desperado’, respaldados por un público que les ofrecía sus aplausos más calurosos. Unos coros muy bonitos acompañaron la dulce voz de Laura Villacorta.
Y pasamos de unos getxotarras a otros, ya que The Fakeband subieron al escenario para repasar los dos álbumes que tienen hasta la fecha, de los que sonaron temas como ‘Don’t save my Life’, ‘I Was Wrong’ o ‘No Man’s Land’ de su primer LP de 2011 ‘Too Late Too Bad’, y otros como ‘Full Me’, ‘Kate’, ‘Get You Back’ o ‘Top of the World’ de su último trabajo de 2014 ‘Shining on Everyone’. Música muy alegre en la que se manifiesta la consistencia de la banda, aun con una cuerda menos en su guitarra.
Desde luego la propuesta de Niko Etxart eta Hapa Hapa fue toda una sorpresa. No estoy muy puesta en grupos vasco-franceses, pero después de haber escuchado a Niko y los suyos creo que ya va siendo hora de ponerme al día. Con su ‘Minuette Rock’ a cuatro idiomas me conquistaron (alemán, francés, euskera e inglés, tantos como nacionalidades comparten sus miembros), canción que da título por cierto a su último trabajo de 2005 y que también tiene su versión Pop dentro del mismo. Debo decir también que Niko y su banda ganan en las distancias cortas, así que si queréis comprobar que su música suena mejor en directo que en Spotify no os perdáis un concierto de este artista tan carismático. Nos hicieron disfrutar con su rock blusero con temas como ‘E.H. Euskaraz Bizi’, ‘Baga, Biga, Klik!’, ‘Xahakoa’, ‘Euskadi Jator Goxo eta Puta Hontan’ o su versión en euskera del ‘Rock and Roll, Hoochie Koo’ que interpretó Johnny Winter, terminando con el clásico ‘Euskal Rock & Roll’, que dedicaron a Nina Hagen y que tiene nada menos que mi edad, 36 años.
Cuando Nina Hagen irrumpió sobre el escenario para comenzar con la prueba de sonido todo el mundo comenzó a acercarse. Porque sí, las pruebas de sonido se hacían in situ, algo que quitó glamour a alguna de las bandas, como era el caso de la de Hagen. Con la voz más cascada que la mayor carajillera del barrio pronunció algo así como “Venga, ¡es tiempo de revolución!” y le brindó unas palabras a Bowie, el gran homenajeado del festival, confiando en que ahora se encontraba en un mundo mejor. Si por algo se caracteriza Nina, además de por su apariencia punk-extravagante y su antes versátil y ahora cascada voz, es por la cantidad de versiones, la mayoría muy particulares, que ha hecho. Así, interpretó algunas como ‘Non, je ne regrette rien’ de Édith Piaf, se atrevió con otras de Elton John, Elvis Presley o Bonney M, dedicó un himno en alemán en tono muy cabaretero a la ciudad de Bilbao, coreó el himno judío ‘Hava Nagila’, mezcló en himno góspel ‘When the Saints go Marchin In’ con ‘Milky White Way’ de Presley, susurró el mítico ‘Summertime’ tan versionado de George Gershwin y cantó su ya mítica versión de ‘Riders on the Storm’ de The Doors. 23 temas que fueron animando poco a poco a que todo el público fuera ocupando las primeras filas y que le dejaron el escenario calentito a Bob Geldof.
Era el turno del polifacético Bob Gedolf, que sonó estupendamente bajo un calor de justicia. Abrió su actuación con ‘The Great Song of Indifference’, bien conducido por el violín, dándole el toque irish a la jornada. Le siguieron temas como ‘Dazzled By You’, la preciosa ‘Walking Back to Happiness’ acompañada de violín, piano y acordeón, y por supuesto nos hizo a todos corear al unísono su tema más conocido, ‘I Don’t Like Mondays’, momento en el que aprovechó para quitarse la chaqueta que tanto le molaba y denominó “traje de luces” y descamisarse mientras cantaba la canción abrazándose a sí mismo. Además de éste también sonaron otros temas de su grupo The Boomtown Rats como ‘When the Night Comes’ con ukelele de fondo o ‘Rat Trap’ con la que finalizaron, no sin antes deleitarnos con un medley del ‘Boom Boom’ de John Lee Hooker, haciendo del suyo uno de los mejores conciertos del festival.
se presentó en formato de dúo acústico junto al guitarrista Shane Fontayne, al que conoceréis por haber sido el guitarrista de Bruce Springsteen o de Sting. A Nash no hace falta presentarle, su nombre habla por sí mismo. Le recordaréis por ser un miembro de The Hollies y del supergrupo Crosby, Stills, Nash & Young. Sintiéndose muy afortunado por formar parte del elenco de artistas del festival, comenzó su recital con un tema de The Hollies, ‘Bus Stop’, y nos hizo un recorrido por toda su trayectoria donde pudimos escuchar canciones como ‘Marrakesh Express’, ‘I Used to Be a King’, ‘Immigration Man’, ‘Wind on the Water’ o las míticas ‘Military Madness’ y ‘Cathedral’ al piano. Afirma que todavía cree en la canción ‘Chicago’ y nos ofreció un maravilloso BIS de tres canciones, entre las que se encontraban ‘Our House’ y un cover de ‘Blackbird’ de The Beatles para finalizar con ‘Teach Your Children’, que dedicó a los profesores. Un setlist magnífico de 17 temas que no dejó a nadie indiferente y que sin duda nos dejó con ganas de más Nash. Su grandeza es más que evidente.
Ian Anderson, el trovador del folk-rock y líder de Jethro Tull, se encargó de poner el broche final al festival. Abrieron su actuación con ‘Living in the Past’ y nos hicieron una buen recorrido por todos los viejos álbumes de la banda, recordándonos temas como ‘Bouree’, ‘Pastime With Good Company’, ‘Mother Goose’ o su ópera rock ‘Fruits of Frankenfield’. Por supuesto, y aunque su voz ya no es lo que era, no dejó de moverse como si estuviera anclado en el pasado, con sus movimientos tan característicos conservando la agilidad que tenía hace ya tantos años. Para él no ha pasado el tiempo, ya que lucía igual de enérgico que en los 60, deleitándonos frecuentemente con el manejo de su travesera y sus pequeños cortes de flutebox. Por supuesto sonaron sus mayores éxitos, que dejaron para el final, ‘Aqualung’ y ‘Locomotive Breath’, un final perfecto para un festival sobresaliente. ¡Esperamos repetir el año que viene! ¿Quién compondría el cartel?
- Lo mejor del festival: La calidad y cantidad justo de los grupos, la ausencia de solapes y de colas para ir al baño o a las barras, la puntualidad y la duración de cada concierto. La situación y el entorno.
- Lo peor del festival: La sorprendente baja afluencia y la falta de sonido de algunos instrumentos en algunos de los conciertos. Los precios de los sándwiches que, aunque ricos, eran excesivamente caros (7€). Las pruebas de sonido in situ.
Lugar: Centro Ola (Sondika)
Fecha del evento: 11 de junio de 2016
Texto: Zaioa
Fotografías: gaizka