Una de las bandas en activo más longevas del rock hispano aterriza en Bilbao y lo hace con un disco recopilatorio con sus temas más emblemáticos a los que han añadido cuatro canciones macanudas. De las que crean adicción. El título “Siente el rock and roll”. Así nos encontramos al grupo en plena forma y te puede gustar o no este grupo pero lo que no cabe la menor duda que es oír una canción y sabes que son los Obús. La voz de Fortu y ese ritmo machacón son sello indiscutible.
Y en directo no hay quien les pare. Menuda máquina. Se comen con patatas a cualquier pipiolo que se ponga por delante. Con Fortu de jefe del cotarro y amo del escenario. Detrás de ese tipo duro y mal encarado se esconde un tío amable y agradecido con sus fans con los que continuamente está interactuando. Y acordándose del bueno de Lemmy con la hebilla de cabeza de motor. Eso sí, cada vez se parece más a Tom Jones o Tom Jones al él claro. El eterno Paco a la guitarra que se le ve disfrutar en todo momento y derrochando energía a raudales. La batería la han colocado casi en el techo del Antzoki. No me extraña que la pongan en un sitio tan espectacular porque lo de Carlos Mirat es de otro planeta. Con una décima parte de la batería de Mike Portnoy le vale y le sobra. Vaya pegada y en todo momento un equilibrista con las baquetas. Y al bajo Fernando Montesinos preciso y demoledor y sin parar ni un momento en todo el concierto.
Caen temas emblemáticos de toda su trayectoria así que la gente disfruta de lo lindo. Empiezan en plan apisonadora. Una detrás de otra y sin parar. “Juego sucio”, “Necesito más” con movimiento de pelvis del Fortu, “Pesadilla nuclear”, una pletórica “Te visitará la muerte”, “El que más”, “Que te jodan”, “Corre mamón”, “La raya”. De repente Fortu sube por las escaleras del Antzoki e invita a toda la gente a bajar. Y a partir de ese momento es una fiesta con la gente cantando “Autopista” encima del escenario. Luego invita a cantar con él otro tema a un montón de fans sentados unos encima de otros. Y para la recta final y con el ambiente muy caldeado a por todas con “Dinero, Dinero”. El Antzoki en ebullición y las palmas echando chispas acompañando a Fortu en todo momento. Un brazo se extiende delante de mi cara y leo el tatu que lleva el chaval “Larga vida al rock and roll”. Pues eso. Fortu la acompaña con el “na nanana nanana” de la archiconocida “Tierra de las mil danzas” con toda la gente coreándolo. Y cierran el concierto con “Va a estallar el Obús” y la gente desmadrada y fuera de sí.
Vuelven a salir y lo primero es presentar a la banda. Fernando nos demuestra toda su pericia al bajo y se arranca con “Ace of Spades”. Sólo él y la batería. Turno para Carlos que nos hace una exhibición que te deja con la boca abierta. Menudos malabares con las baquetas. Se sube Fernando a la tarima donde está la batería y se sienta a la misma para que Carlos se ponga a tocar la escalera metálica con la que se suben y entre tanto guirigay se acaba hasta cayendo. Pero nada, aparecen Fortu y Carlos dando baquetazos a la escalera como si serian La Fura Dels Baus. En ese momento recibo una llamada urgente y no me queda otra que irme a toda leche. Vaya rabia porque seguro que el final tendría que ser un fiestón sin límites tal como estaba el tema. Antes de salir me doy la vuelta y lo último que veo es al Fortu haciendo el pino. Genio y figura.
Lugar: Kafe Antzokia (Bilbao)
Fecha del evento: 13 de febrero de 2016
Texto: Antonio López
Fotografías: David Mars