Zodiac en el Antzokia

Grupo de hard-rock que no se limita al estribillo/coros y punteo pletórico, lo cual está muy bien, sino que también tiene toques de blues, de psicodelia,.. lo que hace una pócima muy disfrutable. Su último trabajo de estudio “Sonic Child” es un disco lleno de matices y de desarrollos instrumentales muy currados. Los tíos conocen muy bien el terreno que pisan y han cocinado un disco que es una gozada de principio a fin. Acaban de sacar el directo “Road Tapes Vol. 1” que nos da una idea de lo son capaces de hacer estos tíos sobre las tablas.

Se apagan las luces y una intro nos avisa de que el concierto está a punto de empezar. Comienzan con “Drown” y la sensación es que el sonido no está a la altura. En los siguientes temas más de lo mismo. Hay que esperar a “Believer” para que la cosa empiece a funcionar como Dios manda. Y ya es un no parar. Temazo tras temazo. Vaya pedazo de banda. Ya no es que sean grandes músicos, que lo demuestran con creces, pero es que las canciones son buenísimas. Enganchan de una tacada “Moonshine” con ese riff tan macanudo que tiene, un demoledor “Diamond Shoes” y un “Swinging On The Run” donde Nick van Delft empieza a meter unos punteos de los que consiguen que un cosquilleo recorra tu espalda. Y no va a ser la única vez. A la siguiente nos pregunta si nos gusta el blues y se cascan un “Blue Jean Blues” magistral. No hay mucha gente en el Antzoki pero saben apreciar lo que sale del escenario. El guitarrista/cantante Nick van Delft que domina las dos facetas. Cantante con gran voz y un guitarrista esplendido. Una gozada verle tocar. El guitarra rítmica Stephan Gall metiendo toda la carne en el asador continuamente. No baja el pistón en ningún momento. Y la base rítmica con Janosch Rathmer a la batería y Robert Kahr al bajo/órgano manteniendo el pulso en todo momento y llevando al grupo en volandas.

Lo que sigue después no tiene nombre. Con “Holding on” ya nos ponen a cien y con “Free” se desata una tormenta sónica que no deja títere con cabeza. Con Nick van Delft  tocándola de todos los colores y la banda lanzada que no veas. Aparece el órgano por primera vez. Para ponerte de rodillas. Que decía del cosquilleo por la espalda. Pues elevado al cubo. Qué maravilla. Rematan la faena con un revisión de “Cortez The Killer” que el mismísimo Caballo Loco firmaría de la misma. Ocho minutos de gloria bendita. Se despiden con “Coming Home“. Ese sonido de órgano que en este tema sí que tiene protagonismo y que tan bien les queda en muchos de sus temas y de nuevo los punteos de Nick van Delft que derriten un icebert.

La sensación es el concierto ha pasado en un suspiro pero es que ha sido disfrutar tema tras tema. Aparece Nick van Delft  sólo para comenzar “A Penny and a dead horse“ y luego el resto del grupo. Uno de sus mejores temas, donde la banda se emplea a fondo, con el que nos hacen disfrutar de lo lindo y con el que rematan un concierto para recordar.

Se acaba el año y sorpresas que da la vida que me encuentro ante uno de los conciertos que más he disfrutado. Tengo que reconocer que no conocía la banda pero es lo que tiene esto de hacer crónicas. Te dicen si te apetece ir a unos tales Zodiac. Les oyes a ver que tal y resulta que te ves que no les puedes quitar del reproductor. Me imagino que esto de no conocerlos les abra pasado a mucha gente así que no queda otra que recomendarlos y que la próxima vez la asistencia sea mucho mayor. Un escaparate como el Azkena Rock Festival y a reventar todo garito que se tercie.