La tercera y última jornada del hasta el momento impecable Mundaka Festival comenzó con Smoke Idols, del barrio bilbaíno de Santutxu, donde cada día surgen mejores bandas y proyectos. Es inevitable compararles con bandas tan confrontadas como las archienemigas Blur y Oasis. Pero sí, señores, si juntan lo mejor de ambas sonaría muy parecido a los chavales de Smoke Idols, es palpable desde su primer acorde y para cuando te das cuenta ya te has enganchado a ellos. Recuerdo estar tomando apuntes para escribir esta crónica y estar escribiendo “ésta suena a unos, ésta a otros”. A veces, recordaban también a Kula Shaker o a The Cure, todo muy british, vaya. Lástima que no hubiera mucha gente por aquel entonces. Algunos insensatos preferirían tomar el sol o comerse unos pinchos en vez de disfrutar de un gran concierto. Conté 11 temas, entre los que sonó su último single “Rat Race” (buen guiño a Blur), y otros como “Come Clean” (otro para Oasis, añadiendo en su letra la frase “Stand by me”) o “Deep Enough”. También hicieron algunas versiones como “Bittersweet symphony” de The Verve o “24 Hour Party People” de Happy Mondays. Un concierto muy fresco que aunque no sonaran a nada nuevo ni falta les hizo.
Peachy Joke también sonaba a algo conocido, por momentos a unos Black Keys más instrumentales pero con muchos más matices. Rock setentero, a veces más electrónico, otras veces más psicodélico. Con grupos así me siento inmensamente orgullosa de ser vasca, qué bueno es el aire del norte. Los gipuzkoanos las pasaron canutas por un problema técnico, pero aun con eso dejaron al público boquiabierto y estoy segura de que más de uno ya les hemos echado al ojo y apuntado en nuestra lista de “Grupos a los que tener muy en cuenta”. Espero verles pronto y que el sonido no les vuelva a machacar ningún bolo, porque su tema “Lost Desire” es de esos que te ponen los pelos de punta (tiene el rollo de “Feeling Good” de Nina Simone).
Llegó el turno de uno de los artistas internacionales, que junto a los que les seguirían más tarde eran el plato fuerte del festival. Echo & The Bunnymen son una banda inglesa formada a finales de los 70 con más de una decena de álbumes de estudio. Totalmente ahumados por la máquina de humo y por los cigarros que cada poco se fumaba Ian McCulloch, vocalista de la banda, se fueron sucediendo los quince temas que formaron el setlist.
Y, entre copa y copa, cayeron algunos como “Rescue”, con el que abrieron el show, “Bring on the Dancing Horses”, “Seven Seas”, “The Cutter”, o el maravilloso cover de The Doors, “People are Strange”, que aparece en la banda sonora de una de mis películas favoritas (“The Lost Boys”). También mezclaron el final de su segundo tema, “Villiers Terrace” de nuevo con otro de The Doors, el magnífico “Roadhouse Blues”. Y, como les gusta tanto hacer guiños en sus temas, pudimos ver otro en “Over the wall”, que contiene parte de la letra de la famosa “Runaway” de Del Shannon.
McCulloch intentó varias veces decir algunas palabras en euskera, sin apenas moverse durante todo el concierto y con sus gafas de sol aún puestas a pesar de ser más de las 11 de la noche. Parece que se le resistían, así que cuando esto sucedía echaba mano de su “chuleta” y soltaba un “Eskerrik Asko!” para seguir después con el espectáculo.
Su gran éxito “The Killing Moon” sonó, curiosamente, bajo una enorme luna que iluminaba todo el cielo, lo que hizo el momento más mágico. Esta canción también forma parte de la banda sonora de la película “Donnie Darko”, otra de mis películas preferidas, tan oscura y emotiva como el concierto de los de Liverpool. Dejaron para los BISES sus grandes temas “Nothing Lasts forever” y “Lips Like Sugar” y, agradecidos por haber vuelto a España, dejaron paso a otros de los grandes de la noche al son del “Sex Machine” de James Brown.
The Sonics irrumpieron en el escenario como un torbellino que no paró hasta que terminó el concierto. La banda de rock and roll/garage se formó en Washington en 1960 y, aún con largos períodos de inactividad, dan guerra allá por donde pasan.
En 2015, y tras 35 años sin editar ningún otro trabajo, han estrenado un impresionante disco titulado “This is the Sonics”, del que sonaron algunos temas durante su actuación (“Sugaree”, “Be a woman”, “Bad Betty”, “Look at Little Sister”, “The hard way” o “I don’t need no doctor”, que reservaron para el BIS).
En su último LP hay muchísimas versiones, algo que no ha gustado demasiado y ha sido muy criticado, pero que a mí personalmente no me molesta demasiado mientras éstas estén a la altura (y sin duda lo están): “The Hard Way” (The Kinks), “Sugaree” (Marty Robbins), “You Can’t Judge a Book by the Cover” (Willie Dixon), “Be a woman” (Hoodoo Gurus), “Look at Little Sister” (Hank Ballard), “Leaving Here” (Eddie Holland) o “I Don’t Need No Doctor” (grabada por Ray Charles).
Los americanos tocaron 20 canciones, comenzando por la arrolladora “Cinderella”, de su fantástico disco de 1966 “The Sonics Boom” y cantada por el bajista Freddie Dennis (antiguo miembro de The Kingsmen), pasando el testigo constantemente a Gerry Roslie, el teclista, que alternaban el micro cantando temas de todos sus discos, clásicos como “Shot Down”, “He’s waitin’”, “Head on Backwards” o los covers que popularizaron muchos grupos de la época: “Loiue, Louie” o “Have Love, Will Travel”, ambos de Richard Berry, o “Money (That’s what I want) de Barrett Strong”. Y, por supuesto, su gran éxito “Psycho”. Para los bises, además de la ya mencionada “I don’t need a doctor”, también dejaron grandes hits como “Strychnine” y “The Whitch”.
También se encargaron de hacer publicidad sobre un nuevo proyecto. El director Jordan Albertsen está preparando un documental basado en la biografía de la banda titulado “BOOM!”, y mediante crowdfunding están intentando conseguir la financiación para llevarlo a cabo. Si queréis ayudarles, aquí podéis hacerlo: https://www.indiegogo.com/projects/boom-a-film-about-the-sonics#/story.
Después del extraordinario concierto de The Sonics, llegó el turno del grupo que cerraría el festival, los getxotarras We Are Standard.Nos regalaron sus temas más conocidos, “The First Girl Who Got a Kiss Without a Please”, “07:45 (Bring Me Back Home)”, “Something bigger”, “Jesus in Her Eyes” o “Can I count on You”, que hicieron bailar a un público muy receptivo que no tenía ganas de marcharse y que algún que otro fotógrafo se desmelenara (XD).
BALANCE DEL MUNDAKA FESTIVAL
Sin duda, un balance muy positivo para una primera edición que, aun teniendo una afluencia no muy alta y un tiempo que parecía que iba a estar en contra, ha conseguido crear expectación y estar muy a la altura.
En general hubo un sonido muy bueno en todos los conciertos y, algo muy importante a destacar es que todos los grupos tocaron más de una hora y un mínimo de diez temas, algo que agradecemos tanto las bandas como el público. Además, el escenario estaba estratégicamente colocado para que el sol estuviera tras él y así no nos quemáramos, creando una sombra bajo la que refugiarse.
Quizás por decir algo mejorable para próximas ediciones, comentar que la altura del escenario era tan elevada que nos imposibilitó muchas veces a los fotógrafos sacar las fotos deseadas.
Todos los miembros de la organización, así como los trabajadores de las barras y los encargados de la seguridad ofrecieron un trato estupendo durante todo el festival.
Estamos seguros que el año que aumentará la asistencia y deseamos de corazón que la meteorología respete todas las actividades paralelas, además de los propios conciertos, ya que es un festival para disfrutar al aire libre cuando el sol y el calor acompañan.
Eso sí, también deseamos que no llegue a masificarse tanto como otros (menos mal que la localización lo impide), porque ha sido un fin de semana estupendo donde prevalecía que la música y los asistentes fueran lo más importante.
Lugar: Santa Katalina (Mundaka)
Fecha del evento: 01 de agosto de 2015
Texto: Zaioa
Fotografías: gaizka
