Arranca el Festival de Jazz de Vitoria 2015. Es martes, pero eso no impide que el polideportivo de Mendizorroza se llene de gente para ver a Tina Brown & The Gospel Messengers.
Comienza el concierto y salen al escenario los 6 componentes vestidos de un blanco inmaculado que bien podría dar a entender la pureza de lo que iba a acontecer: un Gospel tradicional muy espiritual y con bastante variedad de ritmos.
Acompañados de un impresionante piano Steinway & Sons, demostraron que la voz es el más poderoso de los instrumentos. El piano no paró de sonar casi en ningún momento, servía de fondo en los instantes en los que se hablaba o se presentaba los temas. De él salieron constantemente dulces armonías, florituras y adornos que empastaban perfectamente con las voces.
La interpretación vocal fue impresionante; si bien Tina era la solista principal, cedió gran parte del tiempo al resto de componentes para que cada uno brillara con su rato de protagonismo. Expresividad, control de la voz, potencia, sutileza, armonías y afinaciones perfectas… estos son algunos de los adjetivos que se me ocurren para describir la interpretación vocal de cada uno de ellos. Estos “chicos” no dejan nada para el próximo concierto. Despliegan todo su potencial en cada tema utilizando toda la enorme tesitura que tienen. Es increible escuchar cómo se puede ir de tonos graves a agudísimos perfectamente controlados con potencia pero a la vez con sutileza y buen gusto.
Otro factor importante fue el ritmo. Desde temas muy rápidos acompañados de palmas y un coro potente con refuerzos en cada frase de la solista a temas más íntimos, lentos, donde cada nota se recrea y vibra para así hacer vibrar al público. En definitiva, variedad, desde el Gospel más tradicional a Gospel con toques de blues pasando por diversas variedades que hacían no perder interés en ningún momento.
Mientras contemplaba y escuchaba el concierto, me vino a la cabeza un pensamiento. Pensaba en las diferentes formas de música religiosa que conozco. Concretamente pensé en Bach, en la obra “la Pasión según Mateo”. Intentaba comparar músicas tan distinas (o no) pero cuyo fin religioso es el mismo. Ambas músicas utilizan el coro como instrumento principal, quizás porque no hay instrumento más expresivo que pueda llegar al alma. Me pregunto si realmente son tan distintas… el uso exquisito de las armonías es común en ambas, la temática es la misma, la expresividad hasta el más último suspiro es común en las 2…
Independientemente de las creencias religiosas, el Gospel es una música que te envuelve y te hace partícipe de la fiesta. Tina Brown & The Gospel Messengers consiguieron este efecto desde el primer momento haciendo participar al público con las palmas e incluso haciendo que la gente cantara a modo de coro repitiendo las frases. ¡Se oyeron montones de Aleluyas!
Si hay que poner un “pero” al concierto lo haría por la iluminación, quizás porque el polideportivo no es una sala de conciertos al uso y al empezar a las 20:30 se colaba toda la luz de la calle. Eso hacía que el escenario no destacara perdiendo un poco el centro de atención y la intimidad hasta que se hizo de noche. También me hubiera gustado que el piano se hubiera escuchado algo más, en bastantes ocasiones las voces lo tapaban por completo y había que esforzarse por escuchar las notas. No es algo importante pero como músico me gusta escuchar todos los detalles, con más motivo cuando la interpretación es tan buena.
Un gran concierto para empezar a calentar motores con música fácil para los oídos, veremos que nos deparan el resto de días ahora que vendrá el jazz. ¿por algo se llama festival de jazz no?
Me despido al igual que Tina Brown & The Gospel Messengers con un “happy day” a todos.
Lugar: Mendizorroza (Vitoria)
Fecha del evento: 14 de julio de 2015
Texto y fotografías: gonzacid
