Otro artista con pasado en bandas hardcore y punk-rock que de repente abraza la música de raíces americana. Nada que objetar. Es su música y me imagino que la habrán mamado toda su vida y es difícil no tener influencias de una música que forma parte del ADN cultural de cualquier músico americano. Ya le paso a su colega Chuck Ragan y también a otras bandas. Me viene a la cabeza Lucero salvando las distancias claro está.
Recuerdo un concierto de Hot Water Music en el Xurrut, que igual estaba Austin Lucas tocando, con el colega Gotxon disfrutando de lo lindo y todos los demás mirando y diciendo y este rollo emo de que va. No era un género santo de mi devoción. Ahora nos entrega canciones country y folk pero que también tienen sus arranques más cañeros. Su último disco “Stay Reckless” data del 2013 por lo que lleva un tiempo sin sacar material nuevo. Disco este muy ameno de escuchar con canciones con toque tradicional pero también con acelerones que levantan el ánimo de lo lindo. Una dirección ya tomada en el anterior “A New Home In The Old World” ya que al principio tenía un sonido más austero y muy de raíces que para mí lo hacía un poco monótono. Pero bueno, para gustos los colores y al poder comparar pues me mola más lo último pero no quiere decir que no sean buenos los demás discos. Ni mucho menos. Lo que pasa que en el último hay temas que las guitarras brillan con todo su explendor.
El concierto es en la parte de arriba del Antzoki que presenta una entrada justita. Han colocado unas filas de sillas por lo que nos acomodamos tranquilamente.
El telonero es Aaron “Cuz” Persinger de la Reverend Peyton’s Big Damn Band practicantes de un blues con actitud punk y energía rock. Eso sí, con una batería reducida a la mínima expresión, una tabla de lavar y la guitarra de nuestro protagonista se bastaban para hacer canciones crudas y potentes.
El concierto empieza puntual. El formato elegido es acústico por ambos artistas. Así que Aaron se sube a la tarima y saca su guitarra y es empezar a sonar y me quedo pegado. Seguro que es el mismo de la Reverend Peyton’s Big Damn Band?. Nos encontramos con un cantautor de tradición, de guitarra acústica y voz clara, de sentimientos y emociones. Temas que son muy buenos y que al oírle interpretarlos sentado tranquilamente te sacan todo el ascazo de una larga jornada laboral. Temas que tienen diferentes matices por lo que no se hace pesado para nada y te deja un gran sabor de boca.
Le llega el turno a Austin. De la misma forma que antes, desenfunda su guitarra y es empezar a tocarla con esa fiereza y la manera que mueve los dedos sobre el mástil que el acústico va a ser con mucha energía. Entre los temas se muestra dicharachero y afable pero cuando ataca una canción su rostro cambia y se transforma en una fiera si el tema es más cañero y si es más tranquilo todo sentimiento. Son temas con raíces, con esencia y con alma que parece ideales para curar las penurias del día a día. Caen temas de su carrera que son gloria bendita para los oídos como “Somebody Loves You” que la toca con mucha fuerza para pasar a la siguiente canción bajando el pistón, tranquilizando la fiera y dejándote embelesado oyéndole. Toco “Splinters”, para mí una de sus mejores canciones, en la punta del escenario y sin micrófono que después de oírla si no eres mejor persona es para hacértelo mirar. Esto lo repitió en varios temas en los que las canciones eran tranquilas y era una gozada oírlas interpretar a voz a pelo. Otro momentazo fue la interpretación de “Thunder Rail” que nos llevo al séptimo cielo. Buff, carne de gallina.
Se hablaba de artista country-punk pero yo por los disco no veía para nada lo de punk pero en el escenario y la forma de atacar las canciones sí que tiene ese deje como diciendo toco canciones de sonido tradicional pero no soy un pureta acomodado
Turno para “Alone In Memphis” cantada a pelo y unos de los pocos momentos que alguien del público le ayudo en el estribillo. Remató la faena con “Go West” acabando abajo del escenario y con el público en el bolsillo.
En los bises junto todas las sillas en círculo y en el medio se colocaron Austin y Aaron para tocar y cantar juntos un par de canciones. Una de ellas dedicada a la mala vida con ese “Wasting my time Wasting my money”. Para acabar sólo Austin interpretando un tema todo sentimiento y de los que cortan la respiración.
En definitiva, un bolo de dos artistas que disfrutan de lo que hacen, sin importar haya mil o diez personas viéndoles. Pero ten por seguro que los que están no lo van a olvidar en mucho tiempo.
Lugar: Kafe Antzokia (Bilbao)
Fecha del evento: 10 de febrero de 2015
Texto: Antonio Lopez
Fotografías: David Mars
