Sábado 26 de abril, dos de la madrugada, sala llena, expectación por las sorpresas anunciadas en el Facebook de Dorian, y por fin se levanta el telón en Razzmatazz. Aparece el grupo compuesto por Marc (cantante), Belly (piano), Bart (bajo), Lisandro (guitarra), y su nuevo batería Víctor.
Con la canción “Te echamos de menos” empiezan el espectáculo. Vemos a Marc luciendo un sombrero, mientras nos da las buenas noches como bienvenida. Una luz morada nos rodea para escuchar “Tristeza”, uno de los singles oficiales de su nuevo álbumLa velocidad del vacío. Con un cambio de luz anaranjada, nos recuerdan que su canción “Soda Stereo” va dedicado a la banda rock argentina de los 80.Se empieza a calentar el ambiente con “Verte amanecer”, uno de los temas estandarte de la banda, recopilado en su disco “La ciudad subterránea”. Marc se quita el sombrero y se acerca a nosotros para cantar “Corta el aire”. Somos el centro de atención mientras una luz nos enfoca. Y cantamos “de la vida que soñamos aún, nos queda algo mejor”, letra esperanzadora para los tiempos que corren.
Toca cambio de guitarra, oscuridad, solo vemos unos láseres rojos, y suena “El temblor”. La letra de esta canción surgió a partir de la terrible experiencia vivida durante un terremoto en México. Belly viene al frente con Marc portando la guitarra española, Lisandro baja a los teclados, y Víctor cambia las baquetas por mazas, para tocar la versión acústica de “Estudios de mercado”. Los integrantes de Dorian vuelven a sus posiciones para deleitarnos con “Veleros”. Estos dos últimos temas incluidos en su anterior álbum “La ciudad subterránea”.
Con “Horas bajas” introducen nuevos sonidos con una batería handmade. Nos transmiten un gran sentimiento con esta canción a través de la música. Belly se levanta, Bart se une al batería, y Marc termina arrodillado enfrente nuestro.
El cantante nos recita: “Ya no arde sobre mojado cuando llegan las derrotas. Ya no me moja la lluvia que apaga la voz. Ya no discuto con gente sin alma. Ya no trabajo para Satanás”. Y empieza uno de los temas preferidos de su último trabajo. Un sonido muy guitarrero donde destaca el bajo, juego de luces, y un final totalmente instrumental en el que Marc se entrega con la guitarra, y el público aplaude.
Llega otro gran momento de la noche con “Cualquier otra parte”. Los asistentes coreamos, levantamos los brazos, bailamos y saltamos al ritmo de sonidos electrónicos, perfectamente sincronizados con graves de bombo y melodía de piano.
Para no decaer con el clímax, Dorian sigue con “La mañana herida”. Podemos disfrutar de una trilogía de vídeos donde se incluye este tema. Aquí os dejo el link, porque la verdad es que la historia no tiene desperdicio alguno: https://www.youtube.com/watch?v=9u-BcXf4y4U
Parece que la banda se despide de nosotros, pero vuelven al escenario agradeciendo a Razzmatazz por dejarles tocar más tiempo del habitual. Marc nos pide que infectemos a nuestro amigos, conocidos y compañeros del virus de la música independiente, de gente que hace música con el corazón y no con la billetera.
Reanudan el espectáculo con “Las palabras”, donde vemos al cantante empuñar una pandereta. Al grito de ¡Vamos a buscar el paraíso! continúa el concierto con “Paraísos artificiales”. El público sigue dándolo todo con “La tormenta de arena”, y Marc se acerca a sus fieles seguidores de la primera fila.
Terminan la actuación con “Los amigos que perdí”, mi canción preferida de su último disco La velocidad del vacío, donde llega la gran sorpresa que nos tenían preparada. Una lluvia totalmente blanca de confeti y serpentinas nos cubre a todos. Final perfecto para un concierto perfecto. Dorian siempre muestra su preocupación por el buen sonido, por conectar con el público, y por ofrecernos una gran actuación en directo.
Lugar: Sala Razzmatazz (Barcelona)
Fecha del evento: 26 de abril de 2014
Texto: joanna