El BIME es el lugar ideal para descubrir nuevos talentos del panorama musical internacional que actúan frente a público y profesionales. Bajo el nombre de Dutch Impact, Holanda organiza showcases y campañas para promocionar las bandas y artistas de su país en ferias internacionales de música. Dutch Impact está formado por Performing Arts Fund NL y Buma Cultuur, y trabajan en colaboración con la embajada o consulado holandés.
Son el quinto mercado musical en Europa, por delante de otras potencias como Suecia, España o Noruega. Cuentan con prometedores talentos en un ecosistema idóneo para el desarrollo creativo y el fundamental apoyo de las instituciones en materia de política cultural, y además aportan su propia visión hacia la internacionalización. Por eso BIME se enorgullece de poder acoger a algunos de sus más talentosos artistas y dinámicos profesionales por ser de nuevo. Nos traen 3 artistas de nivel: Jo Goes Hunting, Someone y Thomas Azier.
Jo Goes Hunting es la creación de Jimmi Jo Hueting. Además de sus actividades como batería de jazz, está floreciendo como un excéntrico productor y compositor. Con el amor por la música electrónica experimental, el hiphop oscuro y el pop de los años sesenta en combinación con su estilo de producción quirúrgico, crea un sonido que se combina en un todo innovador, impecable y versátil; Cada detalle en su música tiene su propio carácter preciso. Fuertemente influenciado por sus estudios como batería de jazz, la diversidad rítmica es el núcleo de cada canción. Al contrario de lo que se puede esperar de la complejidad de esos elementos rítmicos, la música es muy bailable, estimulante y pegadiza.
Someone es el apodo de la artista multidisciplinar Tessa Rose Jackson. Nacida en Inglaterra pero instalada en Amsterdam, Someone crea una mezcla de música pop psicodélica y arte cósmica, explorando la intensidad con las que el arte y la música pueden fusionarse para mejorarse mutuamente. Para entendernos, un ejemplo. En mayo de este año ha lanzado su segundo EP, Orbit, de una forma bastante peculiar, inusual e innovadora: a través de una exposición de arte de realidad aumentada y una app para smartphones. Las obras de arte y las canciones cobran vida e incluso invitan al espectador/oyente a interactuar con ellas.
Tener un espíritu errante puede ser una ventaja. Thomas Azier es la prueba viviente de ello. El cantante, compositor e intérprete holandés se siente como en casa donde sea que la vida le lleve en cada momento particular, absorbiendo las influencias de su entorno y canalizándolas a través de una paleta musical cada vez más amplia. De hecho, el mero significado de la palabra “lugar” es un concepto que le ha seguido desde que arrancó su carrera artística. Cuando Thomas Azier fue presentado en la prensa, siempre fue “ese niño que dejó su pequeña ciudad holandesa para ir a Berlín y que finalmente terminó en París”. “A través de mi música, estoy en una búsqueda continua para descubrir quién soy y determinar mi lugar en este mundo”, declara abiertamente.