Javier Vargas es uno de los artista españoles más internacionales, más que conocido por todo aquel que ame el blues y rock. Nacido en Madrid en 1958 aunque adoptado por América, es en 1991 (tras haber pasado por diversos grupos) cuando decide formar el suyo propio. Ahí surge la Vargas Blues Band, y llevan desde entonces deleitándonos con su música. Ha trabajado con artistas como Santana, Andrés Calamaro, Chris Rea, Stevie Ray Vaughan, Blues Brothers, Raimundo Amador, Prince y Miguel Ríos, entre muchos otros. Hay caché y mucho, mucho trabajo a sus espaldas.
En septiembre salió al mercado su último disco, Heavy City Blues, más rockero, salvaje y eléctrico pero sin dejar de lado el blues que les caracteriza. En la grabación de este disco vuelven a colaborar Paul Shortino y Carmine Appice.
Sigue sin gustarme la sala Azkena para depende qué conciertos, y este era uno de ellos. Gente apelotonada que te mira mal y te pone barreras si quieres ir a mear al baño. Y como no me gusta ni justificarme ni molestar, poco a poco fui adentrándome en la marabunta hasta conseguir llegar hasta una primera fila deshabitada. Es lo que tiene llegar tarde a un concierto que empezó antes de lo que creías. Pero enseguida me fundí en el ambiente.
En el concierto que ofrecieron en la sala Azkena de Bilbao se dejaron ver Javier Vargas (guitarra), el argentino Luis Mayo (bajo y voces), el holandés Peter Kunst (batería) y el británico Gaz Pearson (voz principal). Pearson no debe saber nuestro idioma, ya que no abrió la boca en toda la noche más que para cantar (Luis Mayo se encargó de ser el portavoz de la banda), pero sí que bailó ondeando su rubia melena al viento al más puro estilo Chris Robinson en “modo psicodelia ON”. Nos faltó un Ferrán Bosch con su armónica, una auténtica lástima, le habría dado el toque blusero que quizás necesite en algunos temas.
Muchos temas de Heavy City Blues, mezclados con grandes éxitos de álbumes anteriores como Lost & Found o Texas Rango, y como siempre regalándonos versiones de Cream, Jimi Hendrix, Muddy Waters, The Doors o del mismísimo Gary Moore, temas que siempre incluyen en sus directos y que nos hacen tan nostálgicos a los seguidores de estos grandes artistas. Es estupendo que la banda a la que vas a ver tenga referentes musicales iguales a los tuyos. Y tras “Parissiene Walkways”, una dedicatoria al propio Moore y al recientemente fallecido Paco de Lucía.
Más de dos horas de enérgico y auténtico Rock-Blues en la que Vargas estuvo concentrado en ofrecernos magistrales acordes (slide incluido) y el resto de la banda, en plena sincronía, nos dieron lo mejor de sí mismos, además de cambiarle el micro a Gaz Pearson en algunos temas. Solos de guitarra, bajo y batería perfectamente armonizados, un espectáculo cálido que disfrutamos como enanos.
Lugar: Sala Azkena (Bilbao)
Fecha del evento: 07 de marzo de 2014
Texto: zaioa
Fotografía: gaizka